Los kits de conversión que transforman una bicicleta convencional en una eléctrica son una solución para aquellos que no quieran invertir mucho dinero y que además dispongan de una bicicleta de la que no se quieren deshacer De los muchos sistemas que existen para estos accesorios el Rubbee X destaca sobre todo por su sencillez de instalación y su portabilidad. Basado en el rozamiento sobre la rueda trasera, la facilidad de uso y el precio lo convierten en una opción muy interesante, porque puede conseguirse por tan solo 580 euros.
En 2013, Rubbee mostró su idea de cómo debería ser un kit de conversión para una bicicleta eléctrica y como debería funcionar. Lo que distingue el kit de esta empresa lituana del resto de los que existen en el mercado es sistema de funcionamiento y su instalación. Su montaje no precisa desmontar ningún elemento de la bicicleta ni realizar ninguna sustitución. No hay un motor eléctrico en el buje de la rueda ni en el del pedalier ni una batería que haya que montar sobre ninguna de sus barras.
El Rubbee X se monta enganchado a lo tija del sillín de la bicicleta y se ajusta para que su rodamiento roce contra la cubierta de la rueda trasera. Por lo tanto, el único elemento que hay que montar sobre la bicicleta es el soporte de la barra del asiento donde se inserta el Rubbee X y el sensor de cadencia inalámbrico. Esta simplicidad le permite adaptarse a una gran cantidad de ruedas y cuadros de bicicletas. Admite llantas de 16 a 29 pulgadas con anchos que van desde 0,5 a 2,5 pulgadas y prácticamente puede montarse en cualquier tipo de cuadro de los que existen actualmente en el mercado, porque realmente es la tija del sillín la que se encarga de sujetarlo. Puede montarse incluso en bicicletas con doble suspensión o rígidas, siempre y cuando no cuenten con un transportín en la parte trasera ni guardabarros.
Una vez montado el soporte del asiento únicamente es necesario montar el kit en su posición y hacer clic en la "X". Este es el momento de bajarlo sobre el neumático para que el rozamiento haga que gire la rueda trasera. La velocidad de giro dependerá del nivel de asistencia elegido que este depende de los módulos de batería que integre la caja.
En el modelo base tan solo incluye un módulo de batería, con el que Rubbee X es capaz de ofrecer hasta 250 W de potencia y asistir al ciclista hasta una velocidad de 25 km/h. Un sensor de cadencia instalado en una de las bielas, completamente inalámbrico, controla el inicio de la asistencia de pedaleo que se activará tan pronto como se comience a pedalear. Quizás el mayor inconveniente de esta configuración es que la autonomía está muy limitada porque tan solo es de 16 kilómetros, aunque la recarga completa tan solo lleva una hora. En la configuración intermedia aumenta la autonomía a 32 kilómetros manteniendo la potencia y la velocidad. De esta manera cumple con los requisitos de cualquier bicicleta EPAC. Con tres módulos es posible alcanzar los 32 km/h, generar 350 W de potencia y recorrer 48 kilómetros.
Para ayudar a recuperar algo de energía y volverla a introducir en la batería, Rubbee X está equipado con un sistema de frenado regenerativo y con otro que permite configurar el límite de la fuerza que se ejerce sobre el neumático. Además cuenta con un sistema patentado de supresión y control antideslizante lo que le permite funcionar incluso si las llantas están mojadas por la lluvia o en presencia de nieve.
La luz trasera interactiva permite controlar el nivel de la batería y sirve también para hacer visible la bicicleta a otros vehículos, gracias a una brillante luz trasera LED ubicada en la parte posterior del kit.
Una aplicación para teléfonos móviles permite supervisar el estado del sistema, controlar los parámetros de asistencia y descargue actualizaciones de firmware inalámbricas. El precio del kit de conversión de Rubbee es de 580 euros, un coste realmente económico para convertir una bicicleta en un vehículo eléctrico que puede servir para los desplazamientos diarios.