Rungu es una bicicleta eléctrica poco convencional. En un principio sus dos ruedas delanteras parecen un capricho de sus creadores, pero, sin embargo, tras ellas hay un sistema de gobierno de la bicicleta patentado que le permite negociar en los terrenos más difíciles con mayor facilidad que una bicicleta con ruedas anchas y les hace la competencia a los pesados y ruidosos quads todoterreno.
Rungu no pretende conquistar el gran mercado sino que es un vehículo de nicho. Su precio varía entre los 3.000 y los 6.300 dólares, según el modelo que se elija, la capacidad de batería, los componentes que la integren y los accesorios que se elijan de todos los que ofrece la marca en su web. En su catálogo existe incluso un modelo no eléctrico que se puede adquirir por 2.300 dólares.
Está pensado para quien desea disponer de un vehículo todoterreno ligero, pero no quiere utilizar combustible, ni pagar un seguro, ni vigilar su mantenimiento y disponer de un gran espacio para guardarlo.
Sistema patentado
Técnicamente, Rungu es una bicicleta eléctrica, pero, fuera de la carretera es capaz de mucho más que el resto de los modelos de la competencia. Su diseño no es el de un triciclo, sino que las dos ruedas delanteras, situadas una muy cerca de la otra le confieren una gran maniobrabilidad. En realidad, a poca velocidad funcionan casi como una sola rueda, de modo que los giros se hacen como en una bicicleta convencional.
Las dos ruedas delanteras de las bicicletas Rungu.
La estabilidad adicional de las dos ruedas delanteras hace que sea fácil de aprender a manejar las bicicletas Rungu en todas las superficies: pavimento, camino de tierra, sendero, nieve, barro y arena. Según la empresa, se necesita tan solo media hora para hacerse con el control del vehículo.
En un vehículo de dos ruedas, el neumático delantero recibe toda la fuerza del giro sobre una estrecha tira de la banda de rodadura que sigue el círculo de giro y que es la que precisa una superficie que agarre, para no patinar.
El diseño de doble rueda delantera proporciona control sobre las superficies lisas o blandas. Rungu utiliza la geometría de la dirección de Ackermann, que resuelve el problema de que la rueda interior y exterior tracen círculos de distinto radio y para que el centro del círculo que describen las tres ruedas sea el mismo. Cuando gira, Rungu, siempre tiene un neumático en el interior del círculo de giro usando toda la superficie de ese neumático para la tracción, de forma que el neumático se clava en lugar deslizarse hacia fuera. La estrecha separación entre las ruedas delanteras ayuda a inclinar el Rungu como si fuera una motocicleta, evitando el vuelco.
Su hábitat: el barro, la nieve y la arena
Aunque hay diferentes configuraciones, la que ofrece mayor potencial cuenta con un motor Bafang BBSHD mid-drive de 1 kW y 236 Nm de par motor. La batería de 52 V y 15 Ah alcanza una capacidad de 1,5 kWh ofreciendo una autonomía de 55 kilómetros con cada carga. Su peso aproximado, dependiendo de los accesorios está entre los 36 y los 45 kilogramos, mucho más ligero que otros vehículos todoterreno ligeros de tres o cuatro ruedas.
Rungu es capaz de moverse por los terrenos más complicados.
Aunque pequeña, la separación que existe entre las ruedas le dan una gran estabilidad, sobre todo en terrenos irregulares. Sus dos horquillas de suspensión delanteras le permiten circular sobre los caminos embarrados repletos de surcos con distinta altura a la que la Rungu se adapta con total facilidad.
El doble espacio entre las ruedas delanteras es suficiente para que, incluso cuando parece que una de dos está a punto de caer en surco creado por una rodada, acaba flotando en el aire justo sobre él, siempre y cuando la otra rueda tenga una superficie firme debajo de ella. Igualmente es capaz de atravesarlos en diagonal manteniendo siempre una rueda sobre el suelo. Con dos ruedas delanteras y, por lo tanto, el doble de la potencia de frenado, también es capaz de descender por pendientes pronunciadas.
Además, es capaz de transportar un peso de hasta 160 kilogramos y remolcar hasta 140 kilogramos, lo que le permite funcionar como un vehículo de trabajo en labores forestales.
Aunque el cuadro proviene de China, cada una de las unidades se fabrica a mano en Santa Ana, California, donde también se Estados Unidos se realizan las pruebas de todos sus componentes.