JUMP, el servicio de bicicletas eléctricas compartidas de Uber, ha llegado a Bruselas como una alternativa de micromovilidad libre de emisiones. Desde el mes de abril, un total de 500 bicicletas a batería operan en algunos de los principales municipios de la capital belga, incluyendo Saint-Gilles, Ixelles, Etterbeek, Sint-Joost-ten-Node, Schaerbeek y, por supuesto, el centro histórico de la ciudad.
Las bicicletas eléctricas se reservan desde la app de Uber pagando 1 euros para el desbloqueo y 0.15 euros por minuto recorrido. “El centro de Bruselas puede ser difícil de recorrer. JUMP ofrece soluciones para facilitar los viajes diarios y ayudar a las personas en la búsqueda de un transporte alternativo y sostenible”, dijo Nicholas Van de Loock, director general de JUMP Bélgica. “JUMP no es el primer proveedor de bicicletas eléctricas compartidas en Bruselas, pero es el primero con una licencia”, acotó el ejecutivo.
El sistema de JUMP no establece un sitio fijo de aparcamiento, sino que las bicicletas pueden ser estacionadas en cualquier lugar dentro de la zona delimitada. “Debido a que las baterías intercambiables son recargadas regularmente con energía limpia, los usuarios siempre encuentran las bicicletas cargadas”, asegura Van de Loock.
“Todavía tenemos que concienciar a los clientes para que no dejen las bicicletas en medio de los senderos y tengan en cuenta a los peatones. Pero las bicicletas no son el problema en Bruselas. Son los coches, hay demasiados”, dijo el ministro de movilidad de la ciudad, Pascal Smet.
Hace aproximadamente un año Uber pagó 200 millones de dólares (180 millones de euros) para adquirir la startup JUMP, que comenzó operando su servicio de bicicletas compartidas en ocho ciudades de Estados Unidos, incluyendo Nueva York, Washington y Denver.
Uber es consciente de que sus servicios de micromovilidad no dejarán ganancias en el corto plazo, pero lo consideran una inversión necesaria para alcanzar objetivos a largo plazo. “Estamos dispuestos a sacrificar la economía por un mayor compromiso a largo plazo. En mi carrera descubrí que el compromiso a largo plazo gana guerras y, a veces, vale la pena perder batallas para ganar guerras”, dijo el año pasado Dara Khosrowshahi, CEO de Uber.