Hasta ahora, la práctica totalidad de los sistemas de carga inalámbrica se destinan a los coches eléctricos, facilitando esta operación a los conductores que tan solo tienen que aparcar sus vehículos sobre una zona determinada. La empresa neerlandesa Tiler ha llevado este concepto a las bicicletas eléctricas desarrollando un sistema de recarga inalámbrica que utiliza la clásica pata de cabra (o pie de apoyo) para realizar esta operación.
Cualquiera que haya utilizado en algún momento una bicicleta eléctrica por la ciudad se habrá dado cuenta que prácticamente son inexistentes los puntos de carga para estos vehículos. Las estaciones de carga para bicicletas eléctricas siguen siendo un mito del que han oído hablar muchos ciclistas pero que pocos han podido utilizar. Sin embargo, ahora que se está expandiendo el mercado de estos vehículos, su recarga también puede considerarse necesaria e incluso convertirse en un negocio más. Garantizar una red de recarga para bicicletas eléctricas podría tener un impacto que no debería subestimarse y abrir interesantes perspectivas de movilidad. Y si la recarga se realizar de forma inalámbrica, sería incluso mejor.
Tiler es una empresa tecnológica con sede en Diler, en los Países Bajos, que ha desarrollado un sistema innovador que permitirá que las bicicletas y otros vehículos eléctricos ligeros se carguen de forma inalámbrica. En principio, está dirigido sobre todo a servicios de alquiler de bicicletas que cuenten con una amplia flota de vehículos. Un sistema inalámbrico de recarga facilita a los usuarios dejar y coger las bicicletas de las estaciones de carga y reduce el espacio de instalación y el mantenimiento de estas. "Actualmente el sistema solo está disponible para bicicletas eléctricas (compartidas), pero pronto nos gustaría agregar también otros vehículos", afirma Christiaan van Nispen , CEO de Tiler.
El sistema Tiler consta de una placa de carga embebida en el pavimento conectada a la red eléctrica local y un pie de apoyo especial formado por dos patas que se instala en la bicicleta.
El sistema Tiler consta de dos partes. La primera, estática, es una placa de carga embebida en el pavimento resistente a la intemperie que está conectada a la red eléctrica local. La segunda es un pie de apoyo especial que está formado por dos patas, que se instala en la bicicleta junto al cableado necesario para conectarlo a la batería.
Cuando un usuario estaciona su bicicleta eléctrica, coloca las dos patas del pie de apoyo sobre dos círculos marcados en el suelo. En ese momento las bobinas de carga inductiva que se encuentran enterradas en el pavimento transmiten automáticamente la corriente eléctrica a través del soporte llegando finalmente por el cableado hasta la batería. Una plataforma de software asociada le permitirá verificar la disponibilidad, el estado de la recarga y reservar la estación.
Placa embebida en el pavimento del sistema Tiler de recarga para bicicletas eléctricas, resistente a las inclemencias climatológicas y al vandalismo.
Según dice el fabricante, el sistema actual es capaz de mover dos amperios, lo que quiere decir que puede cargar completamente una bicicleta eléctrica en aproximadamente el mismo tiempo que los cargadores que se entregan con ellas, que se conectan con una toma doméstica. Tiler está desarrollando ya una versión mejorada del sistema que podrá duplicar la carga eléctrica, reduciendo a la mitad el tiempo de carga. También es posible adquirir soportes adicionales separados, que permiten que se puedan cargar varias bicicletas a partir de una misma baldosa.
La mayor ventaja de este sistema son sus costes de compra y mantenimiento, notablemente bajos en comparación con las alternativas existentes. Las estaciones de acoplamiento y las estaciones de carga para bicicletas eléctricas son mucho más caras, más propensas al vandalismo y ocupan mayor espacio en las zonas urbanas. Además, cada marca cuenta con conectores y adaptadores propietarios que son vulnerables a las roturas y a la corrosión. Muchas empresas necesitan encontrar una infraestructura de carga sostenible, fácil de usar y asequible. El sistema Tiler es compatible con la mayoría de bicicletas eléctricas, pero se recomienda a los clientes potenciales que consulten con la empresa.
El sistema de carga de Tiler se ofrece actualmente como parte de un proyecto piloto completo de alquiler de bicicletas eléctricas a largo plazo. La tarifa que hay que abonar al mes para disponer de la bicicleta y poder utilizar el sistema de recarga inalámbrico arranca en los 25 euros siempre y cuando se firme un contrato mínimo de 36 meses permanencia.