Si algo destaca entre los proyectos financiados a través de la plataforma de microfinanciación Indiegogo, es que las iniciativas contrastan por originalidad con la de fabricantes tradicionales, especialmente en el campo de las bicicletas eléctricas. El último caso que hemos conocido es la Superstrata-E, una bicicleta eléctrica impresa en 3D y construida en fibra de carbono.
Se trata de una de las muchas iniciativas que han encontrado viabilidad económica gracias a la aportación de particulares. Una de las últimas fue la Avarax-E, una bicicleta eléctrica que en torno a la sencillez articulaba su principal atractivo de compra, su precio, ya que arrancaba en menos de 500 euros.
La protagonista de hoy dista en este sentido de la Avarax-E, y por lo inusual de su diseño casi se acerca más a la llamativa Reevo Hubless, que también encontró financiación a través de Indiegogo.
La Superstrata-E está disponible en dos versiones distintas que se distinguen por aproximarse más a un concepto deportivo o utilitario. Mientras que la E Sport se plantea como es una bicicleta eléctrica de carretera destinada tanto a un uso deportivo, la E Urban (cuya imagen encabeza este artículo) se plantea más como herramienta de transporte diario.
Superstrata-E Sport.
Su principal seña de identidad es su cuadro, no sólo por su diseño, ya que prescinde del tubo vertical (o tubo del asiento), y une directamente ambas vainas con los tubos superior e inferior del mismo confiriéndole un aspecto flotante, sino por su construcción. Dicen sus creadores que gozan de tecnología patentada de fabricación de impresión 3D. Es más, gracias a que no delegan la fabricación en una segunda empresa, son capaces de adaptar cada cuadro a la estatura de cada cliente que aporte al proyecto.
Gracias a esta tecnología patentada pueden fabricar marcos de fibra de carbono "unibody" de resistencia industrial más fuertes que el kevlar y que dicen que pesan menos que dos botellas de agua. Algo que en base la ficha técnica de la Superstata-E parece cierto, ya que su cuadro pesa tan sólo 1,3 kilos en la versión no electrificada, y 1,7 kilos en la versión de pedaleo asistido eléctricamente debido a un tubo inferior ligeramente más grueso. Gracias a ello el peso en total de la Superstata-E es de sólo 11 kilos.
El sistema eléctrico de la Superstata-E está protagonizado un motor eléctrico de 250 W de potencia suministrado por el especialista Bafang, por lo que se ciñe al máximo legal para en Europa poder ser considerada una bicicleta eléctrica. Éste se alimenta de una batería suministrada por Samsung cuya capacidad se sitúa en 336 Wh y que se aloja, dicen, en el tubo inferior del cuadro.
No mencionan, sin embargo, una cifra aproximada de distancia perteneciente a una sola carga, pero en base a la capacidad de la batería y liviano peso de la Superstrata-E, debería ser factible acercarse a los 100 kilómetros de asistencia eléctrica con una carga completa.
El proyecto se encuentra en fase de producción tras haber superado con con creces la cifra que estimaban necesaria para poder llevar a cabo la comercialización de la Superstrata, ya que la ronda de microfinanciación, aún a 7 días de finalizar, lleva recaudados más de 6 millones de euros.
En el apartado de actualizaciones del proyecto de Indiegogo, los responsables de la Superstrata dan a conocer a sus aportadores al proyecto que se encuentran en estos momentos desarrollando el diseño de las llantas, también compuestas en fibra de carbono a impresas en 3D, aunque aquellos que quieran equiparlas tendrán que sumar 1.245 euros a la factura final).
Aquellos que quieran hacerse con una unidad de la Superstata-E aún están a tiempo. El precio base (sin las llantas de fibra de carbono) se sitúa en 3.999 dólares (3.354 euros al cambio actual) y las entregas están previstas para julio de este mismo año.