En 2014, Trevor Milton fundó Nikola Corporation, una empresa con sede en Salt Lake City con la que pretendía desarrollar camiones eléctricos, alimentados por baterías y pila de hidrógeno, con los que recorrer largas distancias. Una auténtica revolución, pero sólo sobre el papel. En septiembre de 2020 recibía las primeras acusaciones de fraude tras firmar un acuerdo millonario con General Motors con el que el fabricante de Chicago se hacía con el 11% del accionariado de Nikola.
Lo que debería haber sido un soplo de aire fresco, destapó unas sospechas que terminaron con su dimisión forzada. La Fiscalía de los Estados Unidos acusó al multimillonario de 41 años de dos cargos de fraude de valores y uno de fraude electrónico.
Un juicio de tres años que acaba con Milton en la cárcel, aunque no por ahora
En octubre de 2022, el jurado de Manhattan emitió el veredicto tras un mes de testimonios y seis horas de deliberación. Declaró culpable a Trevor Milton de defraudar a los inversores al mentir sobre los supuestos logros técnicos logrados por Nikola.
Según los fiscales federales, Milton les engañó a estos inversores afirmando que su empresa había construido una pick-up eléctrica “desde cero", que había desarrollado sus propias baterías -a pesar de que sabía que las estaba comprando a un suministrador externo- y que había creado un prototipo del Nikola One, un semirremolque eléctrico, que sabía que no era funcional.
Según la sentencia, construyó un complejo esquema diseñado para aumentar el precio de las acciones de la compañía para un beneficio propio mintiendo sobre productos, tecnologías o perspectivas de ventas. Además, también se le acusaba de firmar un acuerdo de salida a Bolsa con el objetivo de captar inversores minoristas, algunos de los cuales han llegado a perder miles de dólares.
Se enfrentaba a una pena máxima de prisión de 20 años quedando a la espera de que se dictase sentencia. La semana pasada, los fiscales solicitaron a Ramos que impusiera una condena de aproximadamente 11 años de prisión, la misma que recibió el año pasado Elizabeth Holmes, fundadora de Theranos, una empresa de análisis de sangre culpable de defraudar a sus inversores.
Sus abogados afirmaron que debería recibir la libertad condicional, argumentando que cualquier declaración incorrecta emanaba de un "optimismo profundamente arraigado" en relación con su empresa. Señalaron que el caso de Holmes era diferente, ya que sus mentiras ponían en peligro la salud de las personas.
Según informa Reuters, el pasado lunes, Trevor Milton fue sentenciado a cuatro años de prisión. Tras dar a conocer la sentencia durante una audiencia en un tribunal federal en Manhattan, el juez Edgar Ramos le comunicó a Milton que era consciente de que las afirmaciones que había realizado acerca de la empresa eran falsas. “Por muy difícil que sea para usted o su familia escucharlo, creo que el jurado hizo lo correcto", dijo Ramos.
Tras la sentencia, el fiscal Matthew Podolsky aseguró que "tiene que haber un mensaje de que, ya seas un emprendedor, un fundador de una startup o un ejecutivo corporativo, cuando sales y hablas de tu empresa, debes ser honesto". No obstante, Milton no se verá obligado a ingresar a prisión de inmediato. Por ahora, permanece en libertad a la espera de la resolución sobre su apelación contra la sentencia.