Un nuevo informe realizado por Price Waterhouse Coopers Strategy (PwC) ofrece una visión clara sobre el brillante futuro de los camiones eléctrico cero emisiones. Asegura rotundamente que superarán a los camiones de combustión (diésel) antes de que finalice esta década. Para dentro de 15 años estos habrán desaparecido de manera global en todo el mundo, aunque para que se cumpla esta condición, es preciso que existan las infraestructuras que deben acompañarlos, tanto para la recarga de baterías como para el repostaje de hidrógeno.
En 2030, los vehículos de cero emisiones (ZEV) alimentados ya sea mediante baterías o mediante celdas de combustible, representarán un tercio de todos los camiones que circulen por Europa, América del Norte y China. Así lo afirman los autores del informe realizado por PwC "The dawn of the electrified truck: the routes to the carbon-free commercial vehicle". Para 2035, la consultora espera que su participación de mercado crezca alrededor del 70 %.
Los factores que conducen a esta descarbonización relativamente rápida son dos: el aumento simultáneo en las restricciones regulatorias y la disminución del TCO (coste total de propiedad) de los vehículos cero emisiones. La guerra en Ucrania también ha obligado a los gobiernos europeos a redefinir sus políticas energéticas para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Según la evolución estimada de los costes de la energía, el estudio muestra que, para 2030, los camiones eléctricos lograrán una ventaja en cuanto a costes económicos de aproximadamente un 30 % sobre los vehículos de combustión interna. También prevé una caída en el precio de compra de los vehículos, gracias en particular a la reducción de los costes de producción de las baterías a partir de 2025.
El coautor del informe, Jörn Neuhausen, asegura a la revista de negocios alemana Wirtschaftswoche que "la transición actualmente se está acelerando increíblemente rápido". Aunque solo sea con los peajes europeos que deberían reducir su coste en un 50 % para los camiones eléctricos a partir de mayo de 2023, "las empresas logísticas podrán ahorrar hasta 25.000 € por camión al año". Mientras tanto, los fabricantes de camiones se enfrentarán a sanciones cada vez mayores por exceder los límites de emisiones de CO2, que, por otro lado, serán cada vez más estrictos.
Sin embargo, según el informe, todo queda pendiente de la implementación y el mantenimiento de una infraestructura adecuada que será el requisito previo clave para tal cambio. Según sus conclusiones se necesitaría una inversión de al menos 36.000 millones de euros hasta 2035 para construir una red europea de estaciones de carga y de repostaje de hidrógeno aceptable. Además, para suministrar electricidad verde a estos camiones, también se requerirán hasta 21.000 aerogeneradores adicionales.