A pesar de que el país todavía tiene un mix energético altamente dependiente del carbón y sus emisiones totales alcanzan máximos históricos, la electrificación de vehículos en China no deja de expandirse y abarcar prácticamente todas las áreas posibles. Y eso incluye electrificar, incluso, los camiones mineros de gran tonelaje.
El pasado 23 de junio salió de la línea de producción el primer camión volquete para minería totalmente eléctrico de 120 toneladas del mundo. En el titular poníamos comillas a eso de "el primer" porque así lo han anunciado sus creadores, pero conviene matizar: es el primer dumper eléctrico del mundo de 120 toneladas, el primero en equipar estas baterías de CATL, pero no exactamente el primero eléctrico en términos absolutos.
Ha sido construido por la empresa china Xiangtan Electric Manufacturing Group y está previsto que comience sus trabajos en la mina el próximo mes de julio. El vehículo, una auténtica mole como es habitual en este tipo de máquinas, está equipado con baterías de litio-ferrofosfato, sin cobalto, de CATL, el mayor fabricante de baterías del mundo por volumen de producción.
El conjunto de baterías de litio-ferrofosfato (LiFePO4) tiene 1.575 kWh de capacidad total (equivalente a unos 5 autobuses eléctricos o a más de 20 Tesla Model 3) y emplea un innovador método de ensamblaje llamado cell-to-pack que no requiere módulos. Se trata de una arquitectura que prescinde de los módulos en los que normalmente se subdividen las baterías y aprovecha mejor el espacio disponible (algo que quizá en este caso no era un problema, pero sí en vehículos más pequeños), lo cual compensa la menor densidad energética por celda.
Según el fabricante, las baterías permiten una autonomía de ocho horas de trabajo de forma continua con una sola carga. Cuenta con recarga rápida y el sistema de gestión térmica garantiza que la batería pueda funcionar con temperaturas ambiente entre -30º C y 60º C. Dado el trabajo al que se destinan, era imprescindible una buena protección al polvo, razón por la cual la batería cuenta con protección impermeable IP68 para el polvo.
Trabajar con este camión minero permitirá reducir las emisiones de CO2 en 1.500 toneladas al año en comparación con un vehículo equivalente con motores diésel, además de reducir el consumo de energía en un 50 % y los costes de mantenimiento en torno a un 20 %.