Con anterioridad, ya se han podido ver (y escuchar) algunas declaraciones contrarias a la admisión de los llamados combustibles sintéticos en Europa. Entre ellas, principalmente las de los dirigentes de compañías de corte generalista que afirman que esta solución está destinada a un tipo de público de alto poder adquisitivo y a marcas nada asequibles, como Ferrari o Porsche. El CEO de Iveco se posiciona entre los que se han opuesto de forma rotunda a estos combustibles, a los que denomina como “la solución incorrecta”.
Gerrit Marx, CEO del Grupo Iveco, ha confirmado su negativa denominándolos como “el champán de la propulsión”; un elemento costoso y nada viable para los fabricantes de automóviles del mercado masivo europeo. “Si tienes un Ferrari o conduces un Porsche Turbo una vez cada fin de semana, no te va a importar si el litro cuesta 5 u 8 euros, pero eso no es un combustible real para el futuro”, afirmó el directivo durante una visita a la sede del fabricante de camiones en Turín, Italia.
Recordemos que la Unión Europea llegó a un acuerdo con los países detractores de la legislación inicial, como Alemania, Italia, República Checa, Polonia, Rumanía, Hungría y Eslovaquia. Tras dicho acuerdo, el ejecutivo terminó por aprobar formalmente la regulación para aceptar estos combustibles después del veto a los motores de gasolina y diésel en 2035.
El CEO de Iveco, por su lado, ha apuntado que la estrategia de emisiones netas en Europa propuesta para el año 2050 es “disfuncional”, ya que no existe coordinación entre las diferentes agencias de la Unión Europea que se ocupan de la tecnología, las emisiones y el transporte. Por ello, el impulso a combustibles sintéticos no supondrá el esperado resultado que quiere la UE, sino que “convertiremos a Europa en Cuba, donde se ven coches viejos en las carreteras, ya que la gente normal no podrá pagar los vehículos nuevos”, aseguró Marx.
El responsable de Iveco en Europa se queja de que la respuesta del Viejo Continente para asegurar un futuro “cero emisiones” no tiene sentido y que esta aprobación de los combustibles sintéticos tampoco ayudará a encontrar este ansiado resultado. En su opinión, puede “beneficiar a la región de los países suministradores de combustibles fósiles (...). Adivina quién quiere convertirse en el fabricante de combustible electrónico número uno: Arabia Saudí. Solo estamos reemplazando una fuente por la otra, pero de la misma región”, puntualizó Marx.
Por otro lado, en el mismo evento, el responsable de Iveco aseguró que la nueva regulación de emisiones Euro 7 “es simplemente estúpida”, puesto que los límites de emisiones que establece son “técnicamente inviables. El esfuerzo para llegar hasta ellos es enorme. Y no hay una recompensa real en caso de cumplirlos”. Marx asegura que estos márgenes no son correctos para los vehículos comerciales que, de por sí, precisan de un mayor consumo de combustible.
Esta no es la primera vez que el directivo de una compañía apunta una calificación negativa para la Euro 7. Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ya la calificó hace unas semanas de “inútil” ya que esto derivaría en la imposibilidad de vender coches pequeños asequibles y en un aumento en los precios de los vehículos de acceso, imposibilitando así su adquisición para la mayoría de personas.