Aumentar la infraestructura de recarga para camiones eléctricos eléctricos en las ciudades podría reducir la contaminación de los camiones en más de un quinto en una década, según se desprende de un estudio reciente de la organización de transporte y movilidad europea Transport & Environment.
La instalación de 40.000 puntos de recarga en grandes ciudades europeas para camiones eléctricos podría reducir hasta en un 22% las emisiones de dióxido de carbono del transporte por carretera para el año 2030. Este ambicioso objetivo para el despliegue de cargadores de camiones eléctricos requeriría una inversión de 28.000 millones de euros.
Según datos de Transport & Environment, actualmente el gasto en toda Europa de la infraestructura de carreteras asciende, cada año, a 100.000 millones de euros. «Los camiones eléctricos son limpios, más baratos [de mantener] y ya están disponibles. Pero la falta de una estrategia de carga europea y el decepcionante suministro de los fabricantes de camiones europeos está frenando al mercado. La UE necesita establecer objetivos ambiciosos para el despliegue de infraestructura y dejar que la flota de camiones de Europa quede libre de emisiones», dice el analista de T&E Lucien Mathieu.
Según el estudio realizado por la organización, implantar estos cargadores en las ciudades beneficiaría a medio millón de camiones eléctricos y permitiría que el 43% de los viajes en camión de la Unión Europea estén libres de emisiones para 2030.
Así mismo, T&E estima que en España el 15% de los camiones nuevos serán eléctricos para el año 2030, y habrá alrededor de 20.000 camiones eléctricos circulando por las carreteras. Solamente en nuestro país se necesitarán alrededor de 1.700 cargadores (públicos y en centros de distribución) y será necesaria una inversión de 1.000 millones de euros.
3 escenarios para la incorporación de camiones eléctricos en 2030. Infografía: Transport & Environment.
T&E considera que la revisión del próximo año de la Directiva de Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFID) debería centrarse únicamente en la infraestructura de electricidad e y en el hidrógeno verde para ser "coherente" con las ambiciones climáticas del Acuerdo Verde de la UE.
Por el contrario, cree que la infraestructura para el repostaje de camiones de gas debe quedar excluida de la ley y de las ayudas de la UE, ya que se calcula que es hasta cinco veces más contaminante que incluso el diésel.
«Aumentar el suministro de camiones de cero emisiones y proporcionar infraestructura de carga de camiones abre el camino para entregas limpias y silenciosas en las ciudades. Los vehículos libres de emisiones mejorarán la calidad de vida de millones de europeos con una menor contaminación atmosférica y acústica», concluye la organización.