Una startup estadounidense llamada Parallel Systems ha ideado una nueva manera de enfocar el transporte de mercancías utilizando una nueva concepción de los trenes eléctricos. Su solución podría ayudar a eliminar buena parte de las necesidades de transporte por carretera que utilizan camiones diésel altamente contaminantes e ineficientes. La empresa asegura que, además, también podría ayudar a resolver el problema de la escasez de conductores que sufre este sector.
Parallel Systems es una startup creada por ex ingenieros de SpaceX que salió del anonimato el año pasado cuando recibió una subvención de 4,5 millones de euros del ARPA-E, la oficina del Departamento de Energía de EEUU, que financia empresas de alto riesgo que muestran soluciones innovadoras con un alto potencial de éxito. También recibió 49,55 millones de dólares en su primera ronda de financiación para construir vehículos ferroviarios autónomos alimentados con baterías.
En lugar de depender de locomotoras eléctricas que tiran de los vagones convencionales, la compañía ha ideado un sistema alternativo. Se trata de vehículos ferroviarios individuales, eléctricos y autónomos que son mucho más limpios y eficientes. “El modelo de vehículo ferroviario autónomo, eléctrico y de cero emisiones le da a Parallel Systems la capacidad de dividir los trenes en componentes, de manera que cada vagón puede viajar de manera independiente o formar un nuevo convoy con otros”, indica la empresa.
Reinventando el ferrocarril, así funciona el sistema
“Fundamos Parallel para permitir que los ferrocarriles abran nuevos mercados, aumenten la utilización de la infraestructura y mejoren el servicio para acelerar la descarbonización del transporte de mercancías”, explica Matt Soule, cofundador y director ejecutivo de Parallel Systems y ex jefe de <aviónica en SpaceX. “Nuestro modelo de negocio está destinado a dotar a los ferrocarriles de las herramientas para convertir parte de la industria de camiones de EEUU al ferrocarril“. Los vehículos ferroviarios autónomos y eléctricos alimentados con baterías están diseñados para mover mercancías de una forma más limpia, rápida, segura y rentable que los trenes o camiones tradicionales, añade.
Según informa CleanTechnica, el pasado mes de noviembre se puso a prueba en California el prototipo del nuevo vehículo ferroviario. El módulo básico de Parallel Systems es un bogie, un conjunto de dos pares de ruedas montadas sobre dos ejes próximos. Dos de ellos sirven de base para formar un vagón y trasladar un contenedor. Tanto por delante como por detrás se unen a otros para formar un tren. Cada módulo puede realizar maniobras de forma autónoma lo que le da mucha flexibilidad al sistema.
Cada vagón, desplazándose de forma individual, puede unirse a otros o viajar solo hacia su destino. Esta es, según Parallel, su ventaja clave para ofrecer un servicio rápido, ya que reduce drásticamente los tiempos de espera asociados con la carga de trenes de gran longitud. “La arquitectura única de Parallel evita las enormes playas de vías que se utilizan para clasificar y ensamblar los trenes secundarios, lo que ahorra horas, o incluso días, de tiempo de tránsito”, indica la compañía. “El flujo de contenedores es casi continuo dando como resultado una mayor utilización de activos, tiempos de entrega más rápidos y una mayor calidad de servicio”.
Otro de sus beneficios es la capacidad de desacoplar y volver a acoplar los vagones individuales en la propia ruta. Además de las ventajas logísticas que ofrece esta característica, el sistema podría permitir, por ejemplo, que un tren eléctrico se divida a ambos lados de un cruce ferroviarios, lo que permitiría el paso del tráfico o de vehículos de emergencia según sea necesario.
El vehículo ferroviario prototipo está equipado con un motor síncrono de imanes permanentes y un sistema de cámaras bidireccional que permiten su funcionamiento de manera completamente autónoma. Tiene una capacidad de carga útil de 58.000 kg, una autonomía de batería de 800 km y un tiempo de carga de menos de una hora.
La compañía asegura haber superado las expectativas en las características clave fundamentales para el buen funcionamiento del sistema: la parada de emergencia, las capacidades térmicas, el rendimiento de frenado, el GPS, las comunicaciones y el potencial de remolque.
El próximo paso es la construcción de otros tres vehículos ferroviarios para ponerlos a prueba en las instalaciones de MxV Rail en Colorado, la rama de investigación y consultoría de la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses. Si todo sale según lo planeado, el resultado final será un sistema autónomo que permitirá que los ferrocarriles eléctricos puedan ser operados desde los sistemas de control internos existentes.
Según lo describe Parallel, estos controles ferroviarios se centran en prevenir descarrilamientos relacionados con el exceso de velocidad y las colisiones entre trenes. La compañía planea agregar una función de ‘percepción’ para detectar y responder a otros peligros. Una parte importante para lograr comercializar estas unidades ferroviarias es que funcionen con los sistemas actuales. “Estamos desarrollando un entorno que permitirá a las empresas ferroviarias operar nuestros vehículos autónomos desde sus plataformas internas”, explica Matt Soule, cofundador y director ejecutivo de la empresa.
Parallel Systems indica, al menos, tres casos de uso que reducen las complejas transferencias de mercancías en ubicaciones clave como puertos marítimos y almacenes necesarios en el transporte con camiones. La compañía también prevé la creación de microterminales que ocupen mucho menos terreno que las playas de vías ferroviarias tradicionales, lo que les permitirá ubicarlas más cerca de los transportistas.
Las ventajas del sistema: emisiones, mano de obra
La primera ventaja está en el mínimo impacto ambiental de estos vehículos. Parallel estima que su nuevo tren eléctrico reduce las emisiones de dióxido de carbono en un 90% por milla en comparación con los camiones convencionales. El 10% restante son las emisiones que provoca la generación de la electricidad necesaria para recargar las baterías.
La mano de obra es otro de los desafíos a los que se enfrenta la industria del transporte, especialmente en el campo de los camiones que recorren largas distancias. La necesidad de descarbonizar el transporte por carretera se combina con la necesidad de encontrar la próxima generación de camioneros. Además de una mejora en los salarios, los beneficios y las condiciones de trabajo, los camiones autónomos también contribuirían a resolver este problema, pero, por el momento, esta tecnología está lejos de convertirse en realidad. Sin embargo, el ferrocarril es un sistema cerrado con más posibilidades de automatización a corto plazo.