Como parte del proyecto de investigación alemán FRESH, la compañía de gestión portuaria de Hamburgo HHLA (Hamburgo Hafen und Logistik) está probando el uso de vehículos eléctricos autoguiados (AGV, Automated Guided Vehicles, por sus siglas en inglés) para el transporte de contenedores. Gracias a la posibilidad de estos vehículos de introducir la energía de sus baterías en la red eléctrica, con esta prueba se comprobará si esta tecnología puede integrarse de manera flexible en ella, sin afectar la operación industrial del puerto de Hamburgo.
HHLA está transformando Altenwerder (CTA) del puerto de Hamburgo en la primera terminal cero emisiones del mundo. En agosto, recibió el primer transportador de contenedores producido en serie y dotado con baterías de iones de litio. Dentro de tres años toda la logística de la terminal se realizará con vehículos eléctricos por completo. El fabricante finlandés Konecranes es el encargado de desarrollar y fabricar estos vehículos.
Operación de traslado de contenedores de la terminal Altenwerder del Puerto de Hamburgo.
Actualmente ya cuenta en operación con una flota de aproximadamente 100 vehículos eléctricos dotados de un sistema de guiado automático. La empresa espera que en el año 2022 toda su flota de Altenwerder esté compuesta por vehículos completamente eléctricos y dotados con un sistema de carga rápida.
Si bien el proyecto tiene como fin principal el transporte automatizado de contenedores con cero emisiones, también examina la posibilidad de utilizar sus baterías como un sistema de almacenamiento móvil. "En los periodos de menos ocupación, los AGV podrán proporcionar energía gratuita además de salvaguardar la estabilidad de la red", ha explicado Explica Boris Wulff, gerente de proyectos de HHLA. Los AGV eléctricos podrían proporcionar al mercado eléctrico una producción de 4 MW en las 18 estaciones de recarga del CTA.
Next Kraftwerke, un operador de "plantas de energía virtual" procedente de baterías, ofrece apoyo al operador que también cuenta con la colaboración del instituto de tecnología de la información OFFIS en Oldenburg y la Universidad de Göttingen. Funcionando en las condiciones de operación habituales, ya que la operación del terminal no debe verse afectada, tratan de descubrir hasta qué punto las capacidades de las baterías utilizadas industrialmente pueden conectarse a la red eléctrica para proporcionar energía y estabilizar la red. Para ello se desarrollará un proceso y un software para el acceso al mercado eléctrico que regule de forma digital el equilibrio entre las "centrales eléctricas virtuales" y la operación de terminales.
La capacidad de ofrecer energía a la red depende de los tiempos que dispongan los AGV para permanecer conectados a la red, que, a su vez, depende de factores como los horarios de los barcos, el clima y las condiciones de mareas, el volumen de tráfico y los ciclos necesarios de recarga de sus baterías.
Según explica Wuff, todos estos parámetros deberían incorporarse para desarrollar procesos automatizados, de modo que puedan predecir con bastante precisión "cuándo y durante cuánto tiempo los AGV permanecerán conectados para entregar o recibir electricidad, si la red de energía lo requiere".
Esquema de funcionamiento de la red eléctrica de la terminal de contenedores Altenwerder.
Los costes de inversión para todo el proyecto se estiman en 60 millones de euros. La Unión Europea aporta ocho millones de euros a la financiación y el gobierno alemán aproximadamente 1,4 millones de euros. Forma parte del programa global de tecnología "ICT for Electromobility III". Para la empresa de gestión portuaria de Hamburgo HHLA supone una continuación de su trabajo para descarbonizar sus operaciones durante los próximos tres años.
La terminal de contenedores en Hamburgo actúa como un laboratorio para nuevas aplicaciones técnicas y amistosas con el medio ambiente. Este es también el objetivo del proyecto FRESH que, por primera vez en Alemania, investiga una solución de acceso al mercado de fuentes de energía móviles. Los resultados se pondrán a disposición de otras industrias, como los almacenes de logística que emplean carretillas elevadoras eléctricas u hospitales que emplean vehículos eléctricos para atención a los pacientes en su casa.