Las marcas de coches europeas saben que tienen una oportunidad con las baterías en estado sólido, pues podría ser el momento en el que acaben con el monopolio de China en el sector, y que tiene a CATL y BYD como protagonistas. Mercedes trabaja en un prototipo con el que han prometido una gran autonomía por recarga, y tiene mucho potencial.
Desde hace años mantiene un acuerdo con la empresa norteamericana Factorial Energy, una apuesta conjunta que ha dado como resultado un primer Mercedes-Benz EQS de pruebas con esta tecnología en pleno desarrollo.
Es el momento de trabajar para superar a China
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Lógicamente, se ha optado por el modelo con carrocería berlina, que es más aerodinámico que el SUV. La referencia, ahora mismo, son los 820 kilómetros que anuncia el Mercedes EQS 450+ actual, que utiliza un paquete de baterías de iones de litio de 118 kWh.
Con la batería en estado sólido en la que están invirtiendo, la mejora en la autonomía puede llegar a ser de un 25%, lo que quiere decir que podemos esperar en el futuro una cifra de más de 1.000 kilómetros en ciclo WLTP por cada recarga al completo.
La hoja de ruta de Mercedes mantiene que el Mercedes-Benz EQS de producción con la nueva batería en estado sólido llegará antes de que finalice el año 2030, y de hecho la mayoría de fabricantes tienen plazos de consecución similares con este tipo de componentes.
Más autonomía a igualdad de tamaño y peso
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La ventaja es que esta tecnología puede aumentar la distancia recorrida a igualdad de peso y tamaño de la batería, por lo que supone una interesante evolución, y además marcaría un antes y un después en el sector al emparejar la autonomía de una vez con la de los vehículos de combustión.
De hecho, todo apunta a que en 2027 empezarán a lanzarse de manera generalizada los primeros vehículos eléctricos con batería en estado sólido, y será entonces cuando se vea qué fabricantes han conseguido la mejor evolución, y si las marcas europeas consiguen hacer las cosas mejor que las chinas, aunque lo tienen realmente difícil.