Toyota acaba de presentar el bZ4x, el primero de los coches totalmente eléctricos de la nueva familia Beyond Zero del fabricante japonés. Cinco modelos, del bZ1 al bZ5, según los nombres patentados, que se basarán en la plataforma e-TNGA (Toyota New Global Arquitecture). Este SUV eléctrico del segmento D aportaba en su interior una novedad muy similar a la que ha suscitado tanta polémica en la renovación del Tesla Model S: un volante en forma de mariposa, sin aro superior. Sin embargo, Toyota sí ha hecho dos cosas que no ha hecho el fabricante californiano y que resuelven el problema principal que causa este volante.
Las controversias y las críticas al volante en forma de yugo de Tesla, sin aro superior y botones táctiles, han copado muchas noticias en la prensa. Las ventajas que ofrece carecer de un aro superior para facilitar la visibilidad de la carretera y del cuadro de instrumentos se ven ensombrecidas por los inconvenientes para realizar maniobras a poca velocidad. Sin embargo, Tesla ha seguido con su idea, de tal manera que incluso lo ha incorporado también al Model X que también los implementa en sus primeras unidades.
Cuando Toyota presentó el prototipo de su primer coche totalmente eléctrico, el bZ4x, sorprendió a todos con una idea similar. El mismo volante y la misma razón: mejorar la visibilidad. Hace unos días, el SUV eléctrico de Toyota ha sido presentado en su versión definitiva de producción en la que Toyota parece haber aprendido la lección y ha introducido dos cambios que resuelven los problemas que no ha resuelto Tesla.
El volante en forma de mariposa de Tesla dificulta las maniobras a baja velocidad. El fabricante no ha implementado un sistema de dirección por cable ni ofrece la posibilidad de elegir un volante redondo.
El primero de los cambios es que, si bien muchas imágenes que aparecen en la prensa de la presentación de la versión de producción mantienen el volante tipo mariposa del prototipo, en la web del fabricante se aprecia que al menos existirá la posibilidad de elegir un volante convencional con aro superior. Una característica demandada a Elon Musk a través de las redes sociales y que el CEO de Tesla se ha encargado una y otra vez de negar: no habrá una opción de volante redondo para los coches eléctricos de Tesla.
La otra característica que ha incluido Toyota en el bZ4x es una dirección por cable, completamente separada mecánicamente de las ruedas. Una tecnología que parecía que iba estar presente en el Tesla Model S porque el fabricante sí lo está desarrollándola en su centro de I+D. Sin embargo, cuando comenzó a entregar las primeras unidades del Model S Plaid, hace un mes, sorprendió que el volante tenía la relación de giro habitual 14.0:1, con mucho ángulo de giro a velocidades bajas, lo que complica las maniobras lentas. Elon Musk ha confirmado que continúan trabajando en ella, pero que todavía le queda “años de desarrollo”.
Toyota le ha ganado la partida implementándola en el bZ4x. De esta manera, el software permite ajustar el giro de la dirección a las situaciones de baja velocidad y a los giros bruscos de volante. La dirección se convierte así en un sistema completamente electrónico, aparentemente sin conexión mecánica entre ruedas y volante. Aparentemente porque en realidad sí debe haberla aunque no sea funcional, solo como medida de seguridad, puesto que la legislación así lo exige para prevenir un posible fallo del sistema electrónico.
La página web de Toyota muestra un bZ4X con un volante redondo.
Ventajas del sistema de dirección por cable de Toyota
En primer lugar, de tope a tope se establecen un ángulo de giro de 150 grados, lo que elimina la necesidad de cambiar los agarres con el puño de la mano mientras se gira. Esto facilita al conductor que realice maniobras a baja velocidad, como son las de aparcamiento con giros en L o en U, ya que para girar las ruedas no será necesario cambiar los agarres del volante. También facilita la conducción en carreteras sinuosas de montaña.
El tacto de la dirección se mejora gracias al control electrónico e independiente entre el par de dirección que nota el conductor y el ángulo de las ruedas. Además, las sensaciones que transmite la dirección se pueden modificar gracias al menú se selección de modo que se incluye en el sistema de control del coche.
El sistema filtra las vibraciones que los neumáticos trasladan al volante bloqueando las innecesarias y dejando pasar las necesarias, aquellas relacionadas con la carretera. El sistema controla el movimiento de los neumáticos para garantizar la estabilidad del vehículo cuando se conduce sobre superficies irregulares o cuando se activa la función Lane Tracing Assist.
El agarre que permite el giro con un solo movimiento proporciona más espacio para las piernas, lo que mejora la posición de conducción y facilita el acceso y la salida del coche.
El Toyota bZ4X presentado el pasado 29 de octubre no es la versión europea que se conocerá el próximo 2 de diciembre, aunque la marca asegura que serán pocas las diferencias entre ambas. Toyota espera poder lanzar al mercado este SUV eléctrico en el primer semestre del año que viene, momento en el que se revelarán las especificaciones finales, la gama comercial y el precio.