El primero de los coches eléctricos de Mazda será el MX-30, un SUV compacto que llega al catálogo con la difícil tarea de reducir las emisiones de CO2 y evitar las multas de la Unión Europea. En comparación con la competencia, su objetivo parece complicarse con una autonomía bastante limitada, aproximadamente 210 kilómetros, que desafía a la que ofrecen modelos similares, que pueden llegar a duplicarla. Mazda no asume que los coches eléctricos pueden salir de las ciudades y aventurarse en viajes más largos (con el permiso de la infraestructura de recarga). ¿Se equivoca?
El MX-30 es un vehículo crítico para Mazda en Europa para evitar las cuantiosas multas a las que se enfrenta si no logra reducir las emisiones promedio de su flota por debajo de los 95 g/km de CO2 a partir de 2020. Yasuhiro Aoyama, presidente y CEO de Mazda Europe, aseguró a Automotive News Europe en noviembre que tendrían que vender tantos vehículos eléctricos "como sea posible", para cumplir con las normativas de emisiones. También reconoce que en 2020 existe el riesgo de no cumplir los objetivos porque la compañía acaba de comenzar la transición a la electrificación, pero agregó que es demasiado pronto para predecir si ese riesgo también se extenderá hasta 2021.
¿Especificaciones obsoletas?
El Mazda MX-30 tiene previstas las primeras entregas en Europa en el verano de 2020 desafiando los avances que la tecnología eléctrica ha logrado en los últimos años. Sobre todo por la escasa batería que Mazda ha decidido montar, 35,5 kWh, que no le deja abandonar fácilmente la ciudad. Con las cifras preliminares, ya que todavía no ha pasado la homologación oficial, la autonomía no será mucho mayor de 210 kilómetros. No ayuda su precio, 38.000 euros, que lo lanza a competir con rivales que cuestan lo mismo y le doblan la autonomía, o que, igualándola, se venden por la mitad. A lo que sí ayuda la reducida batería es a reducir su peso a los 1.700 kilogramos, lo que tiene un efecto positivo en la dinámica de la conducción, aunque será difícil de comprobar ya que su autonomía no le permitirá ir mucho más allá de las zonas urbanas.
Mazda se justifica
Mazda asegura que ha adaptado el MX-30 a los clientes que precisan realizar con él recorridos urbanos y suburbanos. Estos, de media, conducen entre 40 y 70 km por día, lo que significa que necesitarán una recarga completa cada dos o tres días. Además, según Christian Schultze, director del Centro de I+D de Mazda Europa, no está previsto aumentar el tamaño de esta batería, incluso aunque su situación, en la parte baja del coche, sí permitiría incrementar el número de módulos para superar las 192 celdas actuales (suministradas por Panasonic).
Para aquellos que quieran ir más allá de la ciudad, Mazda recurre a la combustión. En 2021 agregará un pequeño motor rotativo que funcionará como un extensor de rango, es decir, que recargará la batería, pero no moverá las ruedas. Por ahora, Mazda se ha negado a ofrecer detalles sobre este propulsor y cómo se comportará en la cadena de tracción.
Schultze equipara las emisiones totales de CO2 de esta batería con las de un compacto como el Mazda 3 con motor diésel. Sin embargo, una batería de 95 kWh tendría emisiones sustancialmente más altas desde su primer día. Para ello, incluye las emisiones totales de CO2 durante la vida útil del vehículo, y añade la fabricación y la eliminación de la batería, incluso teniendo que reemplazarla después de 160.000 kilómetros.
Gráfico de Mazda sobre las emisiones de los coches eléctricos.
De esta forma, Mazda contradice los numerosos estudios en los que se demuestran que los vehículos eléctricos son más limpios que los diésel a todos los niveles, como por ejemplo el del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) que afirma que en un vehículo eléctrico promedio, durante la etapa de fabricación, las emisiones se amortizan tras dos años de uso con una conducción de convencional. Este periodo de tiempo que se reduce a aproximadamente a un año y medio si el automóvil se recarga con energía renovable.
La competencia
Si se pone por delante la autonomía, la competencia del Mazda MX-30 está en los utilitarios urbanos del segmento A. Aquí se encuentran modelos como el Seat Mii eléctrico, el Volkswagen e-Up! o el Citigo iV, que son el mismo coche. Modelos que nada tienen que ver con el tamaño del japonés y que llegarán al mercado a la mitad de precio o menos.
Su competencia real hay que buscarla en el segmento de los SUV compactos eléctricos. Ya en el mercado están, por ejemplo, el Hyundai Kona Eléctrico o el Kia e-Niro. que ofrece una batería de 39 kWh de capacidad y alcanzan casi los 300 kilómetros de autonomía bajo el ciclo WLTP y cuyo precio es similar al del Mazda. Además y aquí está la principal diferencia, por 5.000 euros más, ofrecen una segunda opción de batería con 64 kWh de capacidad y unos 450 kilómetros de autonomía.
A ellos se sumarán el año que viene otros modelos de este segmento que llegarán al mercado como el Peugeot e-2008, el DS3 Crossback E-Tense o el Volvo XC40 Recharge, con autonomías por encima de los 300 kilómetros en el caso de los dos primeros y de los 400 kilómetros en el segundo y precios similares.