A menudo hablamos sobre el camino que le quedan a los coches eléctricos por recorrer hasta hacerse con el protagonismo total en el panorama automovilístico. La industria ha tomado el camino del coche eléctrico, y aunque podría parecer que aún queda mucho para que el grueso de consumidores se pueda permitir un coche eléctrico a igualdad de tamaño y prestaciones con uno térmico, lo cierto es que la tecnología evoluciona a pasos agigantados y esto, según un reciente estudio realizado por el banco suizo UBS y sacado a la luz por The Guardian, podría estar más cerca de lo que pensamos.
Hace unas semanas hablábamos sobre cuánto costaba a un fabricante medio fabricar un coche eléctrico conforme a uno térmico, donde el elemento que mayor desembolso requería al fabricante era el paquete de baterías de un coche eléctrico. Para poner estos hechos en contexto, fabricar un coche compacto con una batería de 50 kWh cuesta a su fabricante 8.000 euros de media, lo que supone 160 euros por cada kWh de batería.
Ello redunda en una diferencia de costes media de un 45% mayor conforme a un coche térmico equivalente. Ello concuerda con lo que apuntan desde UBS, ya que dicen que actualmente la brecha de precio entre ambos tipos de coches se ve reflejado en un precio final de media un 40% mayor.
Para ejemplificar esta cuestión, tomamos de ejemplo el recién lanzado al mercado Citroën ë-C4, que con una batería de 50 kWh la versión eléctrica se vende por 32.400 euros, mientras que la versión térmica en el mismo nivel de equipamiento (Feel) se queda en tan sólo 20.800 euros.
En aquella ocasión el estudio lo llevó a cabo The Financial Times, y hay un aspecto en el que no concuerda con el titular con el que da comienzo este artículo, y es que mientras que los británicos apuntaban que para 2030 aún habría un 9% de diferencia aún a favor del coche térmico en costes de fabricación, los suizos ahora apuntan a que para 2024 la diferencia existente a día de hoy habrá desaparecido, pasando por un escalón previo en 2022 con un coste de 100 dólares por cada kWh de batería, que al cambio actual suponen 84,36 euros.
Esto significa que, teniendo en cuenta el ejemplo del ë-C4 y sus 50 kWh de batería a 160 euros cada uno de ellos, que para 2022 Citroën pasará de desembolsar 8.000 euros en el paquete de baterías de su eléctrico a unos 4.200 euros, casi la mitad.
En esta ocasión para llevar a cabo esta investigación UBS se basa en un análisis detallado de baterías de los siete fabricantes más importantes del panorama automovilístico en este momento. La compañía suiza pone la fecha de paridad de costes en 2024, situación que se irá dando acelerada pero gradualmente y que ser verá acrecentada cuanto mayor sea la venta de coches eléctricos.
Matthias Schmidt, un analista de automóviles independiente, comentaba a The Guardian que en 2020 se venderán un millón de coches eléctricos e híbridos en la Unión Europea, lo que en un mercado con un total previsto de 11 millones de ventas en general, una cuota de mercado de poco menos del 10% es a todas luces modesta, pero sin duda alentadora y que da alas a un sector que crece a un ritmo exponencial, aún encontrando freno en algunos países del mercado europeo.