La empresa china CATL es el mayor fabricante mundial de baterías para coches eléctricos, que cuenta con una cuota que ronda el 37% del total de mercado y de más del 45% en China.
CATL -siglas de Contemporary Amperex Technology Limited- fue fundada en 2011 por Robin Zeng -su actual presidente- en la ciudad de Ningde, en la provincia china de Fujian; y hoy día cuenta con más de 80.000 empleados en todo el mundo, así como con trece plantas de producción -dos en Europa: una en Alemania y otra en Hungría- y cinco centros de investigación.
Multitud de proyectos durante el pasado año
2024 ha sido un año movido para el mayor fabricante de baterías para coches eléctricos, que no ha parado: ha firmado un acuerdo con Stellantis para montar una gigafábrica de baterías en Zaragoza, pero también ha sido señalada por EE.UU. como ‘compañía militar china’ y ha sido incluida en la lista negra de este país.
Además, a este fabricante de baterías ha dado tiempo a posicionarse dentro del sector del reciclaje de las mismas, impulsar su negocio de estaciones de intercambio de baterías -de la que su CEO quiere crear un sistema estandarizado- o, incluso, adentrarse en la producción de coches eléctricos y presentar un chasis revolucionario.
Pero con un resultado económico sobresaliente
CATL acaba de presentar un documento con las previsiones económicas para el recién acabado 2024. Y, en él, indica que sus ingresos netos estarán entre los 49.000 millones de yuanes -6.446 millones de euros al cambio- y 53 mil millones de yuanes -6.972 millones de euros-, lo que supondrá un aumento de entre el 11% y el 20% respecto a ejercicio de 2023.
Además, y tras deducir inversiones y pérdidas no recurrentes, el fabricante de baterías espera obtener unos beneficios netos de 44.000 a 47.000 millones de yuanes -de 5.787 millones a 6.182 millones de euros, lo que supondrá un incremento de entre un 9,75% y un 17,23% con respecto a 2023.
Según ha señalado la propia CATL, “el aumento en el beneficio neto” se ha debido “a la continua mejora de la empresa, en concreto de sus capacidades tecnológicas de investigación y desarrollo y de la competitividad de los productos”.