El Jeep Wrangler fue dado a conocer en el pasado CES de Las Vegas celebrado en enero, cuando la marca presentó la insignia bajo la que se reconocerían todos sus modelos electrificados. Unos meses después el fabricante ha ofrecido todos los detalles técnicos sobre el tren de potencia de un todoterreno mítico, que en su versión híbrida enchufable se convierte en el más eficiente y el más rápido de toda la gama.
El anagrama '4xe' de Jeep está presente tanto en sus próximos híbridos suaves como en los híbridos enchufables. Los primeros modelos que lo han adoptado han sido las versiones híbridas enchufables del Jeep Compass y del Renegade. Posteriormente le tocará el turno al Jeep Wrangler 2021, que contará con un sistema eléctrico de 48 voltios llamado eTorque y una variante híbrida enchufable.
El Wrangler 4xe híbrido enchufable saldrá a la venta a principios de 2021 y estará disponible en tres versiones: 4xe, Sahara 4xe y Rubicon 4xe. Jeep no ha confirmado los precios aunque un tren de potencia más complejo y potente que el de gasolina situará a cada una de estas variantes por encima de sus correspondientes en gasolina.
El Jeep Wrangler 4xe se convierte en el más potente de la gama.
El Jeep Wrangler 4xe es capaz de desarrollar 381 CV de potencia y 637 Nm de par motor. Con este potente tren de potencia, Jeep asegura que será capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo seis segundos. El conjunto está formado por un motor de gasolina de cuatro cilindros turboalimentado de 273 CV (201 kW) de potencia y 400 Nm de par que se apoya en otro eléctrico, montado en la transmisión, de 145 CV (107 kW) de potencia y 245 Nm de par.
La arquitectura elegida por Jeep para que estos dos motores encajen coloca el motor eléctrico delante de la transmisión reemplazando al convertidor de par. Está rodeado por dos embragues: uno que lo conecta a la transmisión de ocho velocidades situado detrás de él, y otro que lo conecta al motor de combustión, que está delante. El embrague de la transmisión tiene la función de suavizar cualquier diferencia de velocidad entre las ruedas y el de potencia, funcionando de una manera muy similar a como lo hace un embrague de una transmisión manual. El que está entre los dos motores se encarga de que la potencia llegue a las ruedas cuando se pone en marcha. Esta disposición de la arquitectura 4xe está destinada a lograr ahorrar combustible.
Arquitectura eléctrica de Jeep Wrangler 4xe.
De la alimentación del motor eléctrico se encarga un paquete de baterías refrigerado por líquido de 17 kWh de capacidad, con el que el Wrangler 4xe puede recorrer 40 kilómetros en modo totalmente eléctrico. Una cifra que, a primera vista, puede parecer escasa a tenor del tamaño de la batería. El conductor puede seleccionar la manera en la que se combinan los motores: puede elegir funcionar en modo eléctrico, en modo híbrido o en un modo de recarga de la batería en el que solo actúa el motor de combustión. De la misma forma, el sistema de frenado regenerativo también se puede ajustar para adecuarse a las circunstancia de la conducción.
El paquete de baterías, el inversor y otros equipos eléctricos se montan debajo del asiento trasero, que es abatible hacia adelante. Así, Jeep garantiza su integridad, ya que se sitúan por encima de los rieles del chasis, lejos de posibles golpes, abolladuras o perforaciones provocados por las rocas. Todos los componentes electrónicos están impermeabilizados, por lo que el 4xe mantiene la capacidad de vadear ríos de hasta 76 centímetros de profundidad. Todos los modelos 4xe tienen ejes Dana 44 delante y detrás.
Las versiones 4xe y Sahara 4xe cuentan con una caja de transmisión de dos velocidades con modo automático de tracción en las cuatro ruedas. También está disponible un diferencial de deslizamiento limitado. Estos dos modelos pierden 2,5 milímetros de distancia al suelo respecto a los modelos de gasolina. La variante Rubicon 4xe añade una caja de transmisión con bloqueo electrónico de los dos ejes y desconexión electrónica de la barra estabilizadora. En este caso, la distancia al suelo no se modifica.
Puesto de conducción del Jeep Wrangler 4xe.
Con este sistema eléctrico integrado bajo su capó, el Wrangler 4xe, que no renuncia a ninguna de las prestaciones de sus hermanos de gasolina, sí paga un pequeño precio en cuanto a peso adicional y el espacio. Detrás de los asientos traseros el volumen de carga se reduce en algo más de 28 litros, pasando a ser de 784 litros, y también se reduce el espacio existente detrás de los asientos delanteros. Sin embargo, la carga útil y la capacidad de remolque se mantienen prácticamente sin cambios: 580 y 1.580 kilogramos respectivamente. La versión básica del 4xe pesa 2.268 kilogramos, aproximadamente 360 kilogramos más que la versión de gasolina de cuatro cilindros. Cada una de las versiones superiores agrega aproximadamente 45 kilogramos de peso extra al conjunto.