En 2014, Trevor Milton, fundó Nikola Corporation. Una empresa con sede en Salt Lake City que desde el primer momento pretende conquistar el mercado eléctrico con algunos prototipos increíbles, incluidos camiones de larga distancia con tecnología de pila de hidrógeno. Sobre el papel todo parece una maravilla y una verdadera revolución, pero se acaba de demostrar que no es así.
En septiembre del año pasado Nikola recibió las primeras acusaciones de fraude tras firmar un acuerdo millonario con General Motors, por el cual el fabricante de Chicago se hacía con el 11% del accionariado de Nikola. Lo que debería ser un soplo de aire fresco, destapó unas prácticas nada positivas que terminaron con la dimisión forzada del propio Trevor Milton, el fundador de la empresa.
Finalmente, la Fiscalía de los Estados Unidos acusó al multimillonario de 39 años de dos cargos de fraude de valores y un fraude electrónico. La Comisión de Bolsa y Valores presentó cargos contra Milton el pasado jueves, y la SEC solicitó al Tribunal de Distrito de los Estados Unidos el cese de actividad del empresario dentro de Nikola, además de devolver las ganancias obtenidas por la mala praxis y el pago de una cuantiosa multa.
Los cargos a los que se presenta el señor Milton no son nada halagüeños para él. Según la fiscal encargada del caso, el fundador de la empresa mintió reiteradas veces para generar una demanda positiva de acciones. Las fechas concentran el inicio de las prácticas en marzo de 2020, justo en el momento que Nikola anunció su salida a bolsa.
Camión eléctrico de Nikola.
Los fiscales asumen que Milton construyó un complejo esquema diseñado para aumentar el precio de las acciones de la compañía para un beneficio propio mintiendo sobre productos, tecnologías o perspectivas de ventas. Además de ello se le acusa de firmar un acuerdo de salida a bolsa para captar inversores minoristas aficionados, algunos de los cuales han llegado a perder miles de dólares.
Tales acusaciones han supuesto un varapalo para los valores bursátiles de la empresa. Ayer mismo las acciones pasaron a cotizar 12,03 dólares, un 15,2 % de pérdida en un solo día. Si miramos los datos con más perspectiva se trata de una pérdida colosal con respecto a su valor máximo de 93,99 dólares por acción, logrados nueve días después de que la empresa se hiciera pública.
A todo esto, la empresa, tratando de distanciarse con su fundador, ha declarado que ha apoyado y seguirá apoyando a la investigación de la fiscalía. Sin embargo, el daño causado en los valores bursátiles no augura un buen futuro a corto plazo. A pesar de ello los nuevos directivos no cejan en su empeño, alentados por grandes contratos como el solicitado por Total Transportation Services, 100 camiones eléctricos con tecnología de pila de hidrógeno.
