El Grupo Volkswagen ha sido uno de los que más ha apostado económica y estratégicamente por el coche eléctrico. Desde hace unos años, sus inversiones van dedicadas a este fin, aunque por el camino han modificado su estrategia varias veces, además de cambiar de CEO. La primera plataforma eléctrica, la MEB, llegó rápido, tanto casi como la sucesora. En 2021 ya se anunciaba que el primer automóvil basado en la Scalable Systems Platform (SSP) aterrizaría en 2026. Pero, cuando Oliver Blume se convirtió en el nuevo CEO del Grupo, reemplazando a Herbert Diess, la nueva arquitectura se pospuso para 2028 o 2029.
En un evento reciente, el Volkswagen Capital Markets Day (Día del Mercado de Capitales), Blume sorprendió a todos deshaciendo lo anunciado y asegurando que, finalmente, la SSP se estrenará en 2026. El grupo alemán quiere quedarse con una sola arquitectura en la que basar todos sus coches eléctricos, eliminando los malabarismos que tiene que hacer hoy con proyectos paralelos para varios segmentos: J1, para el Porsche Taycan y el Audi e-tron GT; MEB, para la mayoría de los eléctricos compactos del grupo, y PPE, para próximas novedades como como el Audi Q6 e-tron y el Porsche Macan EV.
Del pequeño coche urbano al hipercoche
Finalmente, los primeros coches eléctricos basados en la plataforma SSP verán la luz a partir de 2026, dos años antes de lo que marcaba el cronograma revisado en el que se habían tenido en cuenta los retrasos en su desarrollo. Retrasos que parecen haberse solventado, aunque el desafío sigue siendo inmenso.
Volkswagen se ha fijado el objetivo de lograr la paridad de precios entre los coches eléctricos y los térmicos, en términos de rentabilidad, con la llegada de esta plataforma. El secreto es que SSP abarcará desde el segmento más pequeño hasta los superdeportivos y coches de representación.
Las potencias anunciadas van desde los 122 kW (164 CV) del motor más pequeño hasta los 1.223 kW (1640 CV) de las versiones más potentes. Sobre ella, Volkswagen confirma que implementará su apuesta por el nivel 4 de conducción autónoma, que permitirá que el vehículo conduzca solo en cualquier escenario y en cualquier situación de tráfico, sin necesidad de que el conductor tenga que estar pendiente de confirmar ni tomar decisiones.
Baterías para todas las autonomías
Mirando este proyecto desde la barrera de la simplificación y la reducción de costes, Volkswagen apuesta por un formato de celda simplificada. El coche urbano más sencillo y tranquilo llevará las mismas celdas que un Porsche Cayenne eléctrico de alta potencia.
Volkswagen explica que sus celdas, fabricadas por su socio PowerCo, tendrán forma prismática, renunciando al formato circular por el que están optando la mayoría de las marcas. Se podrán adaptar a cualquier química, de manera que podrán configurarse con cátodos NMC ternarios (níquel, manganeso y cobalto) o LFP (litio ferrofosfato). También admitirán otras tecnologías que actualmente todavía se encuentran en desarrollo.
La plataforma permitirá la carga rápida de las baterías, del 10% al 80% en 12 minutos. Un dato que coincide (prácticamente) con la promesa de QuantumScape, que prometió iniciar la producción de sus baterías de electrolito sólido en 2024 o 2025. Volkswagen es uno de sus principales inversores de esta empresa, por lo que ambos anuncios podría perfectamente estar conectados.
A largo plazo, PowerCo debería suministrar el equivalente a 200 GWh de baterías al grupo Volkswagen para Europa y América del Norte.
Reparto de tareas
Aunque la plataforma es la misma, el Grupo ha dividido las responsabilidades de desarrollo entre los diferentes miembros de su familia. Volkswagen desarrollará módulos y componentes para los vehículos pequeños y urbanos. Skoda, Cupra y Audi usarán esas mismas piezas para sus modelos más pequeños. Una vez más, no se cita a SEAT, lo que, de alguna manera confirma los rumores de desaparición de la marca, al menos como fabricante de coches; Cupra ocupará su lugar.
Audi será la encargada de crear los elementos para los vehículos compactos y medianos que también serán utilizados por Porsche, Skoda y Volkswagen. Extrañamente, aquí no se menciona a Cupra, quizás fruto de un olvido, ya que la nueva marca tiene mucho que decir en estos segmentos.
Porsche será el encargado de los módulos que se monten en los modelos grandes. Elementos que también utilizarán Audi, Bentley y Lamborghini. Además, con las potencias anunciadas no se descarta que Bugatti y Rimac también se apunten a usar la SSP aunque, probablemente, siguiendo un camino diferente.
Blume espera que la plataforma SSP logre que los coches eléctricos sean rentables para el grupo, un objetivo que no ha logrado con la actual plataforma MEB, al menos de manera consistente. Añadió que "la mayoría" de los modelos que empleen esta plataforma deberían alcanzar la paridad, respecto al margen de ganancias, con los modelos de combustión equivalentes.
Antes de que la llegada de SSP retire a la MEB y la Premium Platform Electric (PPE), Volkswagen presentará la evolución de estas plataformas eléctricas. La MEB+ ofrecerá mejores tiempos de carga. En lugar de 35 minutos, el proceso requerirá 21 minutos. Blume no profundizó en qué cambios, pero puede tener que ver con aparición de las celdas unificadas que está desarrollando Volkswagen. Esta arquitectura renovada llegará en 2025.
La evolución de PPE no ha recibido por ahora ninguna designación especial. Es utilizada actualmente en el Audi e-tron GT y en el Porsche Taycan y también formará parte del Porsche e-Macan y el Q6 e-tron. El A7 e-tron y el A7 Avant e-tron también utilizan PPE, pero no se sabe si será la versión actual o la renovación prometida.
