La llamada arquitectura tipo patinete de los coches eléctricos se basa en una batería situada en el suelo del chasis con los motores eléctricos sobre los ejes o en las propias ruedas. Una configuración que Tesla estrenó en su flamante Model S y que, poco a poco, cuando las plataformas eléctricas se han ido popularizando, se ha convertido en una tendencia muy habitual. Con la llegada de las nuevas baterías estructurales, anunciadas por primera vez por Tesla en su 'Battery Day' este diseño de los coches eléctricos irá desapareciendo de forma natural.
La próxima batería de Tesla no solo tendrá una función energética que cumplir en sus próximos modelos eléctricos. Según el fabricante el uso de este componente como parte activa de la estructura del chasis, junto con otras soluciones como la fabricación de una sola pieza del subchasis trasero y delantero, reducirá en 370 las piezas actualmente en uso, el peso en un 10% y tiene el potencial de incrementar en un 14% la autonomía de sus coches eléctricos. Además, las celdas estarán más cerca del centro del automóvil reduciendo la probabilidad de que un impacto lateral las alcance. También se mejora el momento polar de inercia, que se traduce en un mayor control del coche y por tanto en una mayor seguridad.
Tras el anuncio de los resultados económicos del tercer trimestre de 2020, Tesla puede estar a punto de abandonar el icónico diseño tipo patinete que él mismo creó. Durante la sesión de preguntas y respuestas, el analista de la empresa de servicios financieros Jefferies, Philippe Houchois, preguntó a Elon Musk si el desarrollo de estas baterías estructurales significaría que la compañía comenzaría a prescindir de la arquitectura actual. La respuesta del dirigente fue afirmativa: "esta tipología se quedará obsoleta", pero no será inmediatamente. Musk señaló que la transición a los paquetes de baterías estructurales llevará años.
Batería estructural de Tesla.
No se trata de que los coches eléctricos actuales "dejen de tener valor". Hasta ahora, la batería situada sobre el chasis sin función estructural, obligaba a duplicar el "hardware del vehículo" ya que hay una estructura para el chasis y otra para la batería. Sin embargo, una batería que contribuye a dar rigidez estructural al vehículo, gracias al efecto de panal de abeja de las celdas que transmite las cargas a las que se somete al chasis entre la placa superior y la inferior, se simplifica la estructura y se reducen los costes de fabricación.
La arquitectura tipo patinete cuesta más y pesa más. Lo mismo que ocurre con los subchasis delantero y trasero fabricados en una sola pieza. "Estamos intentando fabricar los coches como si fueran un juguete", a partir de piezas cada vez más grandes. En resumen, Musk señaló que la transición a las baterías estructurales sucederá como algo natural. Así ocurrió en la industria aeronáutica y aeroespacial. Los primeros diseños de los aviones y los cohetes incluían tanques separados para el propulsante y para el combustible hasta que los ingenieros se dieron cuenta que este diseño no tenía sentido. Finalmente se comenzaron a incluir los tanques en las alas de los aviones o con la forma del cuerpo de un cohete. Básicamente, "no quieres poner una caja dentro de otra caja".
Cuando Tesla estreno la arquitectura tipo patinete con el Model S, se consideró como una idea revolucionaria. Ahora, retirarla ¿permitirá al fabricante superar a su competencia una vez más? Como señaló Elon Musk, la compañía está poniendo en marcha una nueva idea que cambiará las reglas del juego, porque sus nuevos coches eléctricos serán superiores a los de sus competidores.