Corría el año 2017 cuando Daimler y Bosch firmaban un acuerdo para desarrollar sistemas de movilidad autónomos para las ciudades del futuro. Un acuerdo de colaboración entre dos grandes de la industria. Uno de los grupos automovilísticos principales y el mayor proveedor del mundo en componentes de automoción. Todo el mundo esperaba grandes ideas, proyectos y soluciones, pero según afirman medios alemanes, toca decir adiós.
Las declaraciones recogidas indican que Daimler y Bosch han acordado tomar caminos separados para el desarrollo de nuevos sistemas de movilidad autónomos en las ciudades. No sabemos cuál ha sido el problema para tal final, pero está claro que la separación provocará una ralentización en el desarrollo de nuevas tecnologías.
Según los puntos fijados en el acuerdo inicial, a principios de esta década íbamos a estar presentes en el lanzamiento de nuevos medios autónomos de transporte, pero como ha quedado claro, no ha sido así. Puede que haya habido alguna que otra desavenencia, o que las empresas planteen puntos de vista diferentes para un mismo problema.
Tanto Bosch como Daimler han confirmado la ruptura. Cada uno seguirá su propio camino. El Director Gerente de Bosch ha afirmado: "Para nosotros esto solo es una transición hacia la siguiente fase. Continuaremos pisando el acelerador hacia conducción altamente automatizada". Además de eso, ha afirmado que el desarrollo del esperado robotaxi ha supuesto problemas "más grandes de lo que muchos hubieran pensado".
Recreación virtual de robotaxis en una ciudad.
Está claro que la idea de crear un robot volador autónomo para entornos urbanos no tiene que ser nada sencilla. En ciudades cada vez más congestionadas y urbanizadas, instalar este tipo de sistemas supone un auténtico quebradero de cabeza. Es posible que en un futuro lejano lleguemos a ver algo así, a modo Regreso al Futuro, pero por el momento resulta inviable, o lo que es lo mismo, con un coste de desarrollo inasumible por una, dos o tres empresas.
Así que la intención de cada empresa es seguir adelante con sus proyectos de conducción autónoma, pero aplicado a automóviles o sistemas de movilidad más sencillos que un robotaxi. De hecho, el Grupo Daimler cuenta ya con avanzadas tecnologías que permiten un nivel cuatro de conducción autónoma, como el recientemente presentado en el Clase S de Mercedes-Benz. Por el momento solo está disponible en entornos muy controlados, pero es un adelanto de lo que en unos años se convertirá en un estándar.
Por su parte, Bosch es una de las empresas tecnológicas más grandes del mundo. Cuenta con acuerdos a nivel mundial, y provee de sistemas a casi todos los fabricantes de automoción. Entre esas piezas y componentes se encuentran el software y el hardware para niveles de conducción autónoma muy avanzados, aunque reconozcámoslo: la idea de un robotaxi sonaba estupendamente bien.