Rechazo al Plan Moves III: peligra el futuro de los coches eléctricos

La Asociación Empresaria para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica, avisa de "una debacle" si no se toman medidas oportunas con urgencia.

Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE y vicepresidente de AVERE.
Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE y vicepresidente de AVERE.
27/01/2025 16:38
Actualizado a 28/01/2025 08:39

Hace unos días se confirmó la falta de continuidad del Plan Moves III, una promesa del Gobierno destinada a extender las ayudas para la compra de coches eléctricos e híbridos enchufables hasta el 30 de junio de 2025. Sin embargo, la votación del decreto que incluía estas medidas resultó en un rechazo mayoritario, bloqueando la aprobación de los incentivos.

La Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) ha advertido de un posible "debacle industrial y económico" ante la pérdida de estas ayudas, que contemplaban hasta 7.000 euros para la adquisición de vehículos 100 % eléctricos, así como la deducción de un 15 % en el IRPF en la declaración de la renta.

Un sector en peligro

Hay que tratar por todos los medios que no ocurra un desastre.
Hay que tratar por todos los medios que no ocurra un desastre.

Esta situación ocurre en un momento de crecimiento prometedor para los vehículos eléctricos. A finales del año pasado y durante enero de 2025, las ventas de automóviles eléctricos crecieron un 60 %, mientras que los híbridos enchufables registraron un aumento del 36 %. Sin embargo, la ausencia de incentivos, tras el rechazo del decreto el pasado 22 de enero, amenaza con frenar este avance y eliminar uno de los principales motores para la adopción de tecnologías BEV (vehículos eléctricos de batería) y PHEV (híbridos enchufables).

AEDIVE ha instado a los responsables políticos a actuar con "racionalidad" y adoptar soluciones urgentes para evitar un desastre que impactaría no solo a los fabricantes de automóviles, sino también a los compromisos de descarbonización establecidos por la Unión Europea.

El organismo ha calificado la posible situación como una "catástrofe" con implicaciones económicas, industriales, empresariales, tecnológicas, energéticas y medioambientales.

El reto de la transición energética

Cabe recordar que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima establece como objetivo que, para 2030, la flota de automóviles en España incluya 5,5 millones de vehículos eléctricos. Sin embargo, este objetivo podría verse comprometido debido a la incertidumbre generada por la falta de un apoyo constante y transparente.

Además, las inversiones de los fabricantes de automóviles están en riesgo ante la ausencia de incentivos claros y sostenidos, una situación que, según AEDIVE, requiere una respuesta inmediata.

Propuestas fiscales para reactivar el sector

El tiempo se acaba para tomar una decisión que no condene al sector del coche eléctrico.
El tiempo se acaba para tomar una decisión que no condene al sector del coche eléctrico.

En este contexto, AEDIVE ha solicitado al Gobierno que restablezca las ayudas y que las mejore en varios aspectos. Entre las propuestas se incluye aumentar la deducción del IRPF por la compra de vehículos eléctricos del 15 % al 21 %, así como permitir la deducción del 35 % del coste de la instalación de puntos de recarga, para fomentar la expansión de las infraestructuras públicas.

Asimismo, AEDIVE plantea introducir medidas como la libertad de amortización en el Impuesto de Sociedades para las inversiones relacionadas con la movilidad sostenible, la exención fiscal de la retribución en especie por el uso de vehículos eléctricos de empresa y la optimización de los certificados de ahorro energético.

Por último, proponen un bono de 2.000 euros para quienes entreguen su vehículo antiguo para desguace, destinado a servicios de movilidad compartida cero emisiones.

El futuro en juego

Estas medidas buscan no solo responder a las necesidades del sector automovilístico español, sino también cumplir con los objetivos climáticos de la Unión Europea. Todo ello independientemente de la posible puesta en marcha de un plan de ayudas comunitario que, según AEDIVE, no puede ser la única tabla de salvación para la industria.