Acompañando al plan de ayudas económicas para la compra de vehículos eléctricos, el Gobierno alemán ha mostrado su intención de obligar a que todas las estaciones de servicio dispongan de puntos de recarga pública. El ejecutivo todavía no ha detallado ni el tipo de recarga ni la línea de tiempo para su instalación, pero su intención es elevar la cuota de mercado de vehículos eléctricos por encima del 1,8% actual. Para ello, además de reducir el precio de venta con el plan de incentivos, es necesario que el comprador confíe en que le será sencillo encontrar siempre un punto de recarga público, operativo y rápido cuando realice viajes de largo recorrido con su coche eléctrico.
Alemania aprobó hace unos días su nuevo plan de estímulo económico para paliar las consecuencias de la crisis del coronavirus, acompañado de un presupuesto de 130.000 millones de euros. Entre las medidas incluidas se encuentra la reducción temporal del IVA del 19 al 16% y una ayuda de 9.000 euros para la compra de vehículos cien por cien eléctricos (6.000 € del Gobierno y 3.000 € del fabricante). El plan se acompaña con un incremento en la carga fiscal de los vehículos de combustión con consumos más elevados.
Pero ningún plan de ayudas a la compra de vehículos eléctricos está completo, ni es suficiente, si no se añade un plan de estímulo para el despliegue de la infraestructura de recarga. Según la Asociación alemana para la gestión de energía (BDEW), actualmente existen 28.000 estaciones de recarga repartidas por toda la geografía del país. Para lograr que el mercado del vehículo eléctrico despegue se requieren 70.000 estaciones de recarga pública de las que al menos 7.000 deberían ser de recarga rápida.
El Plan de reconstrucción alemán también irá destinado a la instalación de puntos de recarga en las estaciones de servicio, aunque por ahora no se han dado detalles de cómo y cuándo se llevará a cabo. Para que una red de este tipo tenga utilidad ahora y en el futuro, estos puntos de recarga deben funcionar con corriente continua. Si bien ahora al menos es necesario que suministren 50 kW de potencia, en un futuro esto supondría una limitación para poder realizar viajes largos por lo que sería necesario que fuesen actualizables para alcanzar potencia de hasta 350 kW, es decir, tendrían que ser capaces de funcionar con voltajes de hasta 800 V.
De esta forma, el Gobierno alemán quiere estimular un mercado, el del vehículo eléctrico que, según indica la agencia Reuters, el año pasado alcanzó una cuota de mercado de un 1,8% respecto a las ventas generales, mientras que los vehículos alimentados por combustibles fósiles, diésel y gasolina, alcanzaron un 32 y un 59,2% respectivamente.
Estaciones de servicio en España
En La nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada por el Gobierno español se incluye la instalación progresiva de puntos de recarga en las estaciones de servicio con mayor volumen de venta, que representan en la actualidad el 10% de la red. Estas deben ser de una potencia de al menos 50 kW, y serán obligatorios desde el primer día en las nuevas estaciones de servicio y en los nuevos edificios entre otras instalaciones. Así constaba en el borrador de junio de 2019 del anteproyecto de la Ley.