La transición al coche eléctrico es un proceso que en Europa se está llevando a marchas más forzadas que en el resto de mercados. Todo, principalmente, por cumplir con la agenda climática europea. Alemania, siendo una de las principales potencias económicas del Viejo Continente y con muchos de los fabricantes de mayor peso bajo su responsabilidad, pide poner en el mercado coches eléctricos más interesantes para alcanzar un objetivo que se antoja lejano. N no sólo por la distancia en el tiempo.
El pasado viernes el Ejecutivo alemán adelantó información acerca de una reunión que se celebrará hoy entre el Gobierno de Olaf Scholz y los principales fabricantes de coches germanos, así como también con las principales empresas energéticas del país para debatir y acercar posturas de cara al objetivo que se plantea el país para 2030: poner 15 millones de coches eléctricos en las calles.
El Gobierno alemán, surgido a partir de un acuerdo de coalición, tiene en su agenda electoral establecer medidas que logren poner al alcance de una mayor parte del público coches eléctricos de gran autonomía. Y el desafío no es otro que hacerlo a través de un precio más bajo.
Queda mucho por hacer
En un principio, el objetivo consistía en alcalzar los 15 millones de coches eléctricos puros para finales de la presente década. Sin embargo, unas declaraciones del ministro de Transportes alemán, Volker Wissing, precisaron que la cifra incluía también a los híbridos.
Teniendo en cuenta eléctricos e híbridos, el país teutón tiene actualmente en circulación 2,2 millones de coches con algún tipo de motor eléctrico bajo su capó. Si se acota el dato a coches eléctricos puros, la cifra baja hasta los 1,3 millones.
Aunque es Alemania el país que lleva la batuta en cuanto a la producción y comercialización de coches eléctricos en Europa a través de los consorcios a los que pertenecen Volkswagen, Mercedes y BMW, lo cierto es que Francia e Italia, a través de Stellantis, son los que están acelerando más la llegada de coches eléctricos realmente interesantes en precio y las prestaciones.
La prueba de ello está en los novedosos Citroën ë-C3, que con 23.800 euros de precio antes de ayuda es el primer eléctrico europeo en rivalizar con la potencial oferta china, así como también en el Peugeot e-3008, que pone al alcance del público europeo un modelo de más autonomía que un Tesla Model Y a cambio del mismo precio. Cabe destacar que el americano es actualmente el coche eléctrico más vendido de Europa, de ahí la importancia del lanzamiento del modelo francés.
Volkswagen, por su parte, lo más cerca que está de poner en el mercado un coche de similar importancia a los mencionados es a través del lanzamiento del Volkswagen ID.2, que debería ofrecer unos 450 kilómetros de autonomía por unos 25.000 euros. No está previsto, sin embargo, que sea lanzado hasta 2025.