Dada su posición dominante en el mercado, hay quien puede pensar (con razón) que Tesla utiliza únicamente sus propias baterías. Pero nada más lejos de la realidad: la compañía que dirige Elon Musk tiene acuerdos con varios fabricantes de baterías para alimentar sus vehículos, una estrategia necesaria cuando necesitas un enorme volumen de baterías en varias partes del mundo. Esta diversidad también repercute en las prestaciones del vehículo, que varían en función del modelo que monten (aunque sean técnicamente similares, como se ha descubierto recientemente).
Tesla comenzó a utilizar hace unos meses las baterías 'Blade' de BYD en los Tesla Model Y de fabricación europea, los que se ensamblan en la Giga Berlín. Unas pilas muy avanzadas tecnológicamente que resultan ser bastante más rápidas de recargar que la otra batería utilizada en la misma versión del Model Y.
Según los datos publicados en el foro alemán Tesla Fahrer und Freunde, los Model Y equipados con una batería 'Blade' de BYD son capaces de mantener su pico de potencia de carga durante más tiempo que las baterías de CATL, el otro proveedor de las baterías del Model Y 'estándar'.
En la gráfica compartida en el foro, se puede ver claramente la gran diferencia entre las curvas de carga de una y otra. Ambas alcanzan la misma potencia máxima, 172 kW, pero mientras el modelo de CATL (línea azul) empieza a disminuir la potencia de carga casi de inmediato desde que se enchufa, la batería de BYD mantiene el pico de potencia desde el 24% (aproximadamente) hasta el 50%, lo que se traduce en tiempos de carga más reducidos. Con estos datos, la mayoría de clientes del Model Y estándar preferirían llevar la BYD, pero eso no puede elegirse.
Además, a partir de ese momento (del 50% de carga), la batería de BYD empieza a reducir la potencia de carga, que permanece, no obstante, muy por encima de la batería de CATL, hasta que se igualan en unos 50 kW cuando la batería está al 90% de carga, aproximadamente. Cerca de la carga completa, en torno al 96%, la batería de BYD vuelve a tener una pequeña remontada de potencia, antes de volver a caer.
Llegados a este punto, cabe pensar que las mayores velocidades de carga de la batería de BYD podrían afectar a la longevidad de la batería. Limitar la potencia de carga rápida es precisamente un factor determinante para preservar la salud de la batería a largo plazo. Sin embargo, según BYD, la mayor capacidad de carga rápida no afecta a la longevidad de su pila. Según el fabricante chino, las 'Blade' tienen una vida útil de 1,2 millones de kilómetros y 3.000 ciclos de carga/descarga.
Sin embargo, cabe señalar que BYD limita en mayor medida la potencia de carga en sus propios coches eléctricos. La batería Blade de BYD se utiliza en los BYD Tang, Han y Atto 3, que ofrecen una potencia de carga máxima de 110 kW en corriente continua. En el Tesla Model Y, la misma batería se puede cargar a 175 kW de potencia, lo cual podría reducir la vida útil (en caso de abusar de las cargas rápidas) en comparación con las cifras anunciadas por BYD.
Tanto la pila de BYD como la batería Kirin de CATL son de fosfato de litio y hierro, mejor conocidas como baterías de litio-ferrofosfato (LFP). Este mismo año entrará en producción una nueva batería de CATL, llamada M3P, que tendrá mayor densidad de energía y mejores prestaciones, según ha anunciado su fabricante. Basada en la tecnología de litio-ferrofosfato, la batería M3P tiene una química mejorada a la cual se ha añadido manganeso.
