Que la industria automovilística está cambiando a ritmo acelerado, casi a marchas forzadas, es un hecho evidente. La electrificación ha supuesto a los fabricantes tener que acelerar sus ritmos de cambio habituales, y también asociarse y buscar alianzas entre ellos en pro de rentabilizar las grandes inversiones que están acometiendo. Una de las alianzas más interesantes es tal vez la que han llevado a trámite Volkswagen y Ford, dos de los mayores gigantes de la industria automovilística, y que ahora se ve reforzada con el anuncio de un segundo modelo eléctrico de Ford fruto de esta sinergia.
Así lo ha anunciado el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, en unas declaraciones al medio alemán Handelsblatt. Según Rowley, no tendría sentido financieramente tener un solo modelo eléctrico basado en la plataforma MEB de Volkswagen, por lo que Ford ya está sopesando la idea de fabricar un segundo coche eléctrico sobre la plataforma para eléctricos del grupo alemán.
Aunque no se ha hablado de fechas concretas, la decisión de construir este nuevo modelo para el mercado europeo podría suceder más pronto que tarde. No obstante, Rowley ha sido claro con el periódico alemán: «Sí, estamos en conversaciones sobre esto».
El acuerdo entre Ford y Volkswagen se firmó el pasado mes de julio. La alianza entre ambos fabricantes establecía la venta de 600.000 plataformas MEB a Ford durante un periodo de seis años entre 2023 y 2029. Este acuerdo incluía la compra de las baterías y todos los componentes asociados. De esta manera, Volkswagen amortizará antes la inversión de 7.000 millones de dólares llevada a cabo en la arquitectura MEB, y Ford se ahorrará el enorme coste de desarrollo que conlleva una nueva plataforma modular. Mayores cantidades conducen a economías de escala, y por lo tanto menores costos.
Además, el hecho de que Ford vaya a utilizar las baterías de Volkswagen también podría aumentar los volúmenes de compra a Northvolt, quien produce las celdas, consiguiendo así un mejor precio también para las baterías. Lo más interesante de todo esto es que Volkswagen tiene la firme intención de suministrar su plataforma MEB a más fabricantes, con lo que está lanzando un mensaje claro: si no puedes desarrollar tu propia plataforma para eléctricos (por cuestiones económicas o de ingeniería), la plataforma MEB puede convertirse en la base técnica sobre la que fabricar tus futuros coches eléctricos.
Ford es uno de esos fabricantes a los que le urge lanzar modelos eléctricos si no quiere pagar multas millonarias por exceder el límite de emisiones impuesto por la Unión Europea a partir de 2021. La filial europea del fabricante estadounidense no atraviesa su mejor momento, y a finales de junio anunció un programa de reestructuración en Europa con el que se eliminarán 12.000 empleos. Aunque van contrarreloj, según Rowley, los coches electrificados representarán más de la mitad de las ventas para Ford hacia finales de 2022.
El Grupo Volkswagen, por su parte, está desarrollando actualmente 27 modelos (de Volkswagen, Audi, Skoda y Seat) sobre la plataforma MEB, y se ha marcado el objetivo de tener 70 para el año 2028. Gracias a la estructura modular de esta plataforma, que está construida en aluminio, acero y plástico, es posible tener multitud de modelos diferentes sobre la misma base: desde hatchbacks hasta berlinas, pasando por SUVs de distintos tamaños.