Además de la protección sobre el medio ambiente, la llegada de los coches eléctricos también supone una buena noticia para los que aman la potencia pura y dura bajo el capó (o bajo la carrocería en este caso). Tras un siglo de diseño en el que las necesidades de refrigeración y los condicionamientos de los motores de combustión dictaban sentencia sobre el aspecto de los coches, la electrificación ha llegado para cambiarlo todo. Los diseñadores gozan ahora de una libertar para soñar con formas y líneas nunca vistas, como es el caso del Evinetta.
Los coches eléctricos pueden permitirse el lujo de redistribuir la posición de sus componentes mecánicos, ya de por sí menos numerosos y más pequeños que los motores de combustión. El resultado de esos cambios puede ser, en ocasiones, impresionante. Hace un año, un diseñador que respondía al nombre de usuario de @colorsponge en Instagram mostraba por primera vez el Evinetta. Una idea que ha elaborado con la ayuda de otro diseñador, Ash Thorp, y que se mostraba en forma de un pequeño vídeo-render en formato digital.
Ahora, y como regalo de entrada para el año 2022, Evinetta regresa en imágenes para recordar lo que es posible conseguir basándose, como dicen sus creadores, "en las mejores partes de muchas fuentes de inspiración". El concepto está basado en el Ferrari Belinetta de la década de los setenta, diseñado por Pininfarina. Su aspecto y algunos de los paneles de su carrocería (o muchos de ellos) han sido convenientemente modificados para atender a las nuevas necesidades aerodinámicas, pero en sus formas todavía conserva este icono italiano de hace 50 años.
El motor del Tesla Model S montado en el eje trasero del Evinetta.
Para hacer realidad el Evinetta, al Ferrari le han despojado de su motor V12 de combustión capaz de desarrollar 780 CV de potencia para sustituirlo por el motor y la batería del Tesla Model S. El primero va colocado en el eje de las inmensas ruedas del tren trasero, mientras que la batería se sitúa en el piso del vehículo. Todo el conjunto descansa sobre sus ruedas personalizadas cuya amortiguación está controlada por un sistema de suspensión activa. Otras partes del automóvil, a las que no se hace referencia explícita, están adaptadas a partir del Porsche RSR.