Por sorpresa, y con motivo de la celebración del Gran Premio de Francia de Formula 1, Alpine ha presentado el primer coche eléctrico de su historia, el Alpine A110 E-Ternité. Se trata, tal y como lo ha decrito la propia firma francesa, de un auténtico laboratorio con ruedas que toma prestadas las baterías del Renault Megane E-Tech eléctrico para ofrecer más de 400 kilómetros de autonomía.
Lo más llamativo, no obstante, no es su autonomía, sino que el equipo encargado de desarrollar el A110 E-Ternité ha sido capaz de mantener tanto el peso de este particular A110 como para poder decir de él que sigue siendi un ligero deportivo, igual que el modelo de gasolina del que deriva, sobre todo si lo comparamos con el del resto de eléctricos a la venta, ya que sobre la báscula este modelo conceptual tan sólo marca 1.378 kilos de peso. Una cifra 258 kilos superior a la del A110 térmico, un muy bien dato teniendo en cuenta que en total las baterías por sí solas ya pesan casi 400 kilos.
Para dar forma a este A110 E-Ternité, sus desarrolladores han tomado como base, de manera obvia, la plataforma del modelo de gasolina, así como el esquema eléctrico del Renault Megana E-Tech, incluyendo su paquete de baterías. Esto suponía un desafío dado que el A110 hace uso de una configuración de motor central trasero, lo que no permite colocar las baterías bajo el habitáculo tal y como sucede con el modelo compacto. La solución ha pasado por diseñar para este A110 unas carcasas de baterías específicas y adaptar la parte interior de la arquitectura para dar soporte a estas carcasas.
De los 12 módulos que componen la batería del Megane E-Tech, cuatro módulos se colocaron en la parte delantera y ocho en la trasera, repartiendo así mejor también los 392 kilos de peso de las baterías entre los dos ejes, con una proporción del 42 % del peso delante y del 58 detrás. Con una carga completa de la batería dice Alpine que este A110 puede ofrecer una autonomía de hasta 420 kilómetros.
El motor eléctrico, según Alpine, es el motor "estándar" del Grupo Renault, y para mandar la potencia al eje trasero lo ha asociado a una caja de doble embrague de dos velocidades suministrada por Getrag.
El propulsor rinde 178 kW de potencia, que equivalen a 242 CV, y 300 Nm de par motor. Con ello el A110 E-Ternité acelera de 0 a 100 en 4,5 segundos y alcanza los 250 kilómetros por hora, mientras que es capaz de recorrer un kilómetro desde parado en 23,7 segundos. Cifras no muy lejanas de las del modelo de gasolina.
Además de todas las novedades acaecidas en la parte técnica, la marca también ha querido innovar con respecto al modelo de gasolina del que deriva el A110 E-ternité con un concepto de "semidescapotable", ya que la parte central del techo de este A110 eléctrico se puede desmontar al estar compuesto por dos piezas removible fabricadas en carbono reciclado, mientras que mantiene los largueros que dan forma al techo. Una solución similar a la del FIAT 500 eléctrico.
Aunque existen cambios en lo relativo a materiales del habitáculo y en tecnología de conectividad, lo cierto es que a la vista el interior del Alpine A110 E-Ternité se mantiene sin cambios pronunciados con respecto al modelo térmico. Aquí la mayor novedad es una solución que recurre a la tablet personal del conductor como interfaz para el sistema multimedia, permitiendo así centralizar en un solo dispositivo todas las aplicaciones de su usuario.
A fin de cuentas lo que pretende la marca con este A110 eléctrico, aunque se trate de un modelo conceptual del cual sólo existen dos unidades, es anticipar en cierta medida lo que está por venir desde Alpine. Ya sabemos que el futuro de la marca es completamente eléctrico, y que el A110 seguirá siendo el modelo halo de la compañía.
