En 1976, aprovechando el éxito del Renault 5, la marca francesa quiso potenciar la faceta deportiva de este modelo con el lanzamiento del Renault 5 Alpine y Alpine Turbo (Copa y Copa Turbo en España, por las Copas de promoción de la marca francesa en nuestro país). En 2024, con la ya confirmada resurrección del Renault 5 como coche eléctrico, Alpine también aprovechará la ocasión para ofrecer su versión vitaminada, ahora bajo su nuevo rol de marca independiente y eléctrica de alto rendimiento. ¿Cuál será el papel de cada uno en esta nueva era de la movilidad eléctrica?
El pasado 14 de enero, el Renault 5 Prototype se convirtió en el auténtico protagonista y en el buque insignia de la nueva estrategia Renaulution que Luca de Meo presentó para cambiar por completo el papel de Renault en el mercado. Ese mismo día, resguardado tras una imagen teaser también se hablaba por primera vez de un Alpine A5, a la sombra de la conversión de esta denominación en una marca independiente.
El primero llegará en algún momento de 2024 y el segundo, aprovechando el éxito asegurado, no antes de finales de ese mismo año. Renault y su nueva marca deportiva unirán sus esfuerzos para desarrollar a la vez ambos modelos. Una estrategia similar a la que hacen Fiat y Abarth y que sería un error que el grupo francés no aprovechase dado el claro éxito potencial de esta maniobra.
Renault 5 y Alpine A5, personalidades distintas
Tanto el Renault 5 E-Tech Electric como el Alpine A5 se ensamblarán en la planta de Douai, donde también se monta el Renault Megane E-Tech. Ambos se basarán en la plataforma CMF-EV la misma que emplean el Clio 5 y el Captur 2, reconvertida a eléctrica para reducir costes de desarrollo. Estructuralmente, compartirán una celda central con cinco puertas, parte de los elementos interiores y la disposición mecánica, con el motor eléctrico bajo el capó delantero, lo que los convertirá en modelos de tracción delantera.
Alpine A5 eléctrico. Render de Avarvarii.
Sin embargo, la carrocería exterior será diferente. Mientras que el Renault 5 Electric lucirá una cara marcada por los faros led y una nariz plana que recuerda al de su antepasado de 1972, el Alpine A5 ofrecerá un frontal más redondeado lo que le cercará al Alpine A110 original. También adoptará un aire más musculoso exhibiendo unas aletas ensanchadas que recuerdan la línea del Renault 5 Turbo, la versión vitaminada de la década de 1980 con un motor central. Cada uno lucirá por tanto su propia personalidad, su firma y su pasado. Para consolidar su aspecto de coche de rally, el Alpine A5 añadirá un par de faros extra en su frontal.
La mecánica marca la diferencia
Conocido de manera interna bajo el código "Echo 5 Alpine", el futuro A5 contará con un motor eléctrico heredado directamente de su hermano mayor, el Megane E-Tech, con 160 kW (218 CV) de potencia capaz de generar un par inmediato de 300 Nm, una potencia digna del Renault Clio RS Trophy. La batería, suministrada por Envision que lo alimenta tendrá una capacidad de 52 kWh.
En el Renault 5 Electric las especificaciones buscarán sobre todo la dimensión económica de este modelo que posicionará su versión de entrada a la gama en los 22.000 euros. Para ello, el motor eléctrico reducirá la potencia hasta los 101 kW (135 CV), también heredado del Megane E-Tech. La batería también reduce su capacidad, quedándose en los 42 kWh para el modelo básico, aunque existirán otras opciones con la batería del Alpine cuyo precio se elevará por encima de los 30.000 euros.
Renault 5 Prototype eléctrico.
A caballo entre el R5 y el A5
Para ampliar la oferta disponible, entre el R5 eléctrico y el Alpine A5 se insertará un Renault 5 Alpine Line. Una variante que se distinguirá del R5 es el color de la carrocería y en algunos arreglos cosméticos que le acercarán a la estética Alpine. Un alter ego de los modelos S de Audi o AMG Line de Mercedes, que no aportan novedades mecánicas sobre las versiones estándar pero sí la estética deportiva. Renault también tiene previsto aprovechar esta etiqueta Alpine en el Mégane E-Tech.