Seat necesitará fabricar una gran cantidad de coches eléctricos si quiere cumplir con el objetivo de reducción de emisiones establecido por la Unión Europea (UE). Para ser más precisos, y por boca de Luca de Meo, Presidente de la compañía española, Seat requerirá que en 2025 uno de cada cuatro coches que venda sea eléctrico para reducir un 15% las emisiones de su flota respecto a los niveles que se registren en dos años. Para hacer esto realidad, Seat planea tener seis modelos 100% eléctricos o híbridos enchufables en el mercado en los próximos dos años.
Aunque Seat todavía no tiene vehículo eléctrico alguno en su catálogo, la marca de Martorell ha presentado en el pasado Salón de Ginebra un prototipo llamado el-Born que se basa en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen. Junto al Seat el-Born, que tiene como fecha de lanzamiento 2020, justo después de la llegada del Volkswagen ID.3, Seat lanzará al mercado un segundo coche eléctrico, aseguró De Meo.
De Meo quiso dejar patente que la infraestructura de recarga española se encuentra muy lejos de lo ideal para poder cumplir con los objetivos marcados por la UE para 2025. Actualmente "tenemos 5.000 puntos de recarga, y para poder abastecer de energía a un millón de coches eléctricos que se quiere vender en España en 2025 tendríamos que tener como mínimo 700.000 u 800.000 puntos", aseveró el directivo.
Los cambios que llegarán con los coches eléctricos y autónomos
De Meo explicó durante el Ágora de elEconomista que las necesidades del fabricante de automóviles español no se limitan a simplemente ponerse a ensamblar coches eléctricos, sino que ello conlleva un "giro estratégico" en el sector del automóvil que requerirá capacitar la fuerza laboral para una nueva revolución industrial, la llegada de la Industria 4.0. Según De Meo, se deben implantar programas de transformación con los que la fuerza de trabajo pueda acceder a nuevos puestos más tecnológicos.
La llegada del vehículo eléctrico y la conducción autónoma a la industria provocará que se necesiten más trabajadores especializados en temas de software que personal en la cadena de montaje. "El tema de la producción es un reto. Un coche eléctrico puro necesita menos horas de mano de obra. Es muy importante proteger el empleo de la cadena de producción, pero también hay que tener claro que se van a producir cambios", apuntó. "Tenemos una plantilla bastante joven, con una media de edad de 42 años; y desde que yo estoy en Seat hemos fichado a más de 1.000 personas", explicó. En cambio, "no es divertido estar en la línea con 55 años, pero quizá si consigues que pueda hacer algo diferente esta persona puede dar valor añadido", dijo Luca De Meo.
La enorme inversión en formación de Seat es insuficiente
De Meo destacó especialmente la importancia de reconvertir los empleos para mantener los trabajadores y acompañarlos en el proceso de transformación. "A día de hoy, un coche eléctrico tiene unos 100 millones de línea de código, más que un caza F35. Vamos a necesitar muchos desarrolladores de 'software', así que como empresarios tenemos la responsabilidad de acompañar esta transformación de competencias y ayudar a nuestros empleados a reinventarse. Creo que es clave", señaló el directivo.
Tan solo el pasado año, Seat invirtió cerca de 23 millones de euros en formar a su personal, el equivalente a 1.500 euros por empleado. Esta cifra, 17 veces superior a la media del país, sitúa la inversión de Seat en formación como una de las más destacables de la industria. En cambio, para De Meo los esfuerzos están siendo insuficientes, pues "en un momento de cambio como el actual se necesita gran agilidad para adaptarse a las necesidades de los clientes. Y es muy difícil que una sola empresa tenga la capacidad de liderar en la producción, desarrollo de 'software', Inteligencia Artificial (IA) o cualquier otra área relacionada con la nueva industria", advirtió el Presidente de Seat.
La importancia de fabricar juntos baterías y coches eléctricos
El directivo italiano, que llegó al Grupo Volkswagen como director de marketing de Audi en 2009 y se encuentra al frente de la marca Seat desde 2015, reconoció "el enorme desafío" que supone para el sector del automóvil desarrollar nuevos materiales de bajo coste como los que se utilizan para fabricar las baterías de los coches eléctricos. "La colaboración será crucial, por lo que debemos compartir una agenda tecnológica", aseguró. De Meo considera que "la industria del automóvil va a empujar pero tampoco puede hacer todo el trabajo" y Europa necesita mayor capacidad de producción de baterías.
En cuanto a la posibilidad de que Seat fabrique sus coches eléctricos en España, De Meo fue preguntado si traerían la producción si existiese una fábrica de baterías en el país. Para el Presidente de Seat, esto "depende de si se hace un coche eléctrico aquí", pues las baterías "son muy pesadas y no tendría sentido trasladarlas largas distancias debido al coste de distribución". "Las fábricas de baterías deberán estar junto a las de coches eléctricos", dijo De Meo, quien aclaró que "no es rentable enviarlas desde China y ni siquiera desde Polonia". El directivo puso sobre la mesa el problema de la falta de baterías y la gran dependencia que se está generando, equiparándola a la dependencia del petróleo.
En cuanto al reciclaje de las mismas, "el problema es menor que antes; las baterías ahora son menos contaminantes" y "van a tener que durar 10 años". "Al final de su vida útil deberán conservar el 80% de su capacidad", dijo De Meo a una pregunta de elEconomista.