El informe IEA Global Electric Vehicle Outlook 2018, de la Agencia Internacional de Energía, basado en datos del pasado ejercicio, dibuja un panorama muy claro sobre el estado de los vehículos eléctricos, la infraestructura de recarga y las políticas actuales relacionadas en todo el mundo, así como el escenario que se perfila de cara al año 2030. Se trata de un estudio global que pretende acelerar el despliegue de coches eléctricos entre ciudades y países, aumentar la seguridad energética, mejorar la calidad del aire, reducir la contaminación acústica y hacer frente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Más de un millón de coches eléctricos vendidos
Durante el año 2017, se comercializaron más de un millón de coches eléctricos, una cifra récord, registrándose más del 50% de las ventas en China. Cerca de 580.000 vehículos eléctricos se matricularon en el gigante asiático, un 72% más respecto del ejercicio anterior. La segunda posición fue para Estados Unidos, donde se matricularon 280.000 coches, comparados con los 160.000 del año 2016. En total, el número de coches eléctricos en circulación superó los 3 millones en 2017.
Por su parte, los países nórdicos permanecen líderes con cuotas de mercado destacables. Por ejemplo, Noruega ostenta la cuota de mercado más alta con el 39% de las matriculaciones de vehículos eléctricos. Le siguen Islandia y Suecia con el 12 y el 6%, respectivamente. Alemania y Japón duplicaron ventas, respecto del año 2016. En general, el número de vehículos eléctricos enchufables e híbridos ya supera los tres millones en las carreteras de todo el planeta, un 50% más que en el año 2016.
Más puntos de recarga privados que públicos
El estudio pone de manifiesto los cerca de tres millones de puntos de recarga privados, en viviendas y lugares de trabajo operativos, a lo largo del pasado ejercicio. Asimismo, se ha calculado la existencia de 430.000 puntos de recarga públicos en el planeta, una cuarta parte de los mismos son de carga rápida. Los puntos de carga rápidos son especialmente importantes en ciudades con densidad poblacional a la hora de incrementar el uso de coches eléctricos en desplazamientos de larga distancia.
Baterías cada vez más asequibles
Dentro del panorama que concierne a la movilidad eléctrica, se ha producido también una reducción de coste y mejora del rendimiento de las baterías de iones de litio, debido a la mayor producción e inversión en este ámbito y a la rápida expansión de la electrónica de consumo.
Un escenario con objetivos ambiciosos
En el plazo de dos años, se prevé la presencia de 125 millones de vehículos eléctricos en las carreteras, bajo el nuevo escenario de políticas que prevé la Agencia Internacional de Energía (International Energy Agency). No obstante, y en base a objetivos climáticos ambiciosos y sostenibles, el número de automóviles eléctricos podría alcanzar los 220 millones de cara al año 2030.
Además, muchos usuarios cargarán sus vehículos en casa o lugar de trabajo, de forma que los puntos de recarga privados podrían crecer un 10% en solo dos años.
El futuro de los vehículos eléctricos también demanda materiales escasos como el cobalto y el litio. Por lo tanto, es necesario el desarrollo de baterías que reduzcan el contenido en cobalto, ya que la demanda de este material podría superar en 25 veces la cantidad actual, en el año 2030.
En síntesis, el menor coste de las baterías mediante la transición hacia tecnologías más allá de los iones de litio, y el mantenimiento de políticas gubernamentales que impulsen el sector, podrán contribuir a otro año de cifras récord en matriculación de vehículos eléctricos. Políticas de continuidad que incluyan programas públicos de compra, incentivos financieros que reduzcan el coste de adquisición de los vehículos eléctricos y restricciones para los automóviles contaminantes.