El Honda ZR-V es la gran apuesta de Honda para el mercado europeo. Es un modelo inédito aquí que está destinado a competir en el segmento más hostil del Viejo Continente, el de los C-SUV, donde reinan modelos tan populares como el Hyundai Tucson (líder de ventas en España). Por esto mismo, Honda ha puesto especial énfasis en el desarrollo de un producto que antes de pisar las calles, ya apunta maneras.
No obstante, bien sabemos que Honda es una marca que no trabaja con un gran volumen de ventas en Europa, por lo que no esperamos que, de primeras, el ZR-V se convierta en un superventas. Más bien todo lo contrario: será un modelo para aquellos que, por encima de la relación prestaciones/precio, valoren un producto con una muy buena calidad de construcción, comportamiento dinámico y sensación de solidez.
Sobre las impresiones del interior y las características de las líneas Sport y Advance que compondrán la gama del ZR-V ya te hablamos en un artículo específicamente destinado a ello (el destacado arriba), por lo que ahora podemos centrarnos de lleno en las impresiones de conducción tras una primera toma de contacto que se prolongó durante unas cuatro horas.
Impresiones de conducción
La primera sensación al iniciar la marcha con el Honda ZR-V hace que tengamos que volver al artículo anterior y, más específicamente, a la parte en la que hablábamos sobre su habitáculo, ya que en los primeros metros a los mandos del ZR-V vuelve esa sensación de estar ante un modelo de mayor tamaño al que realmente es.
A velocidades muy bajas, como al iniciar la marcha o cuando está a punto de detenerse, es fácil percatarse de cierto cabeceo en la carrocería. Esto es especialmente perceptible cuando se toca el freno de manera brusca al iniciar la marcha, ya que aparece un marcado balanceo longitudinal, lo que de primeras da la sensación de estar ante un modelo más voluminoso y pesado de lo que realmente es.
A estas primeras impresiones que se hacen por completo con tus sentidos antes de iniciar la marcha hay que sumar una dirección que no está configurada para resultar ligera. En todo momento hay que ejercer una fuerza mínima para accionar el volante, no es una dirección con impresión de chicle que se mueva con un solo dedo, lo que nos gusta porque que transmite entereza.
Este conjunto de primeras sensaciones 'pesadas' serán del agrado de aquellos a los que les guste ese feeling de estar ante un coche con un pesado rodar y buena sensación de marcha.
La realidad cuando se gana velocidad es bien distinta, ya que el cabeceo desaparece para dar paso a un conjunto cuyo comportamiento dista de resultar torpe, todo lo contrario, incluso en carreteras de curvas en las que un coche de este tipo no está en su hábitat natural. Además, una postura de conducción más tendida de lo habitual en un SUV nos aporta un punto dinámico que no encontramos en modelos similares. En este sentido, se parece más a un Honda Civic que a un Renault Captur, por ejemplo, aunque seguimos teniendo el alto punto de vista habitual en un SUV.
El ZR-V lidia con sus 1.600 kilos de manera muy solvente. Los cambios de peso en sucesiones de curvas se producen sin transmitir inercias a los pasajeros si se conduce de manera ordenada.
Esto significa que, por ejemplo, en una excursión con la familia para pasar el fin de semana en un entorno de montaña, el ZR-V cumplirá con las carreteras más reviradas sin tener la sensación de estar conduciendo un todoterreno, en el que es habitual tener que bajar significativamente la velocidad al aproximarnos a las curvas para evitar las quejas de retoños, pareja o amigos.
Comparando el ZR-V con rivales directos que hemos probado, podemos decir que tiene un comportamento dinámico similar al de un Alfa Romeo Tonale (híbrido ligero), pero más entero que este en cuanto a la sensación de solidez y calidad en su rodar.
Con respecto a un Renault Austral, el modelo francés tal vez no ofrezca la misma sensación de solidez ni un habitáculo con la misma calidad percibida (aunque sí más espectacular estéticamente hablando) pero sí resulta más ágil de conducir.
Funcionamiento del sistema e:HEV híbrido de Honda
A la buena nota en el apartado dinámico se ha de sumar un funcionamiento del esquema híbrido que coloca al ZR-V a la vanguardia de su segmento en este aspecto. Se trata de un sistema híbrido que define al SUV como un híbrido convencional, pero cuyo funcionamiento no es lo más normal dentro de la categoría.
Honda ha sabido combinar lo mejor de un térmico y un eléctrico de manera acertada, quedándose por concepto entre un punto intermedio entre el sistema e-POWER de Nissan (en el que el motor sólo actúa para generar electricidad) y el híbrido tradicional de un Toyota, por ejemplo.
Sólo en autovía a velocidades altas con presión constante sobre el acelerador será el motor de gasolina el que propulse directamente las ruedas. El resto del tiempo, estará actuando a modo generador para cargar la batería y que esta mande la electricidad al motor eléctrico de 184 CV o bien enviando la energía a este propulsor.
Es exactamente el mismo sistema híbrido del Honda Civic. A priori cabría esperar que, dado que se trata de exactamente el mismo conjunto, resultara escaso en cuanto a potencia como para usarlo en el SUV, pero lo cierto es que no es así.
En el Civic la potencia resulta más que de sobra como para mover el conjunto con total soltura, mientras que si bien en el ZR-V no llega a tener la misma ligereza que en el compacto, la verdad es que su aceleración se antoja la adecuada para un coche de este tipo. Anuncia un 0 a 100 en 8 segundos exactos.
Lo más llamativo de su tren de potencia, en cambio, está en los consumos que logra. La marca especifica una media de consumo homologada de 5,8 litros y a raíz de nuestra experiencia con el ZR-V, podemos decir que en la práctica, en una conducción cotidiana, calcará la cifra que anuncia.
Nuestra prueba transcurrió a lo largo de algo más de 200 kilómetros distribuidos en dos rutas distinta, las dos con secciones de todo tipo: algo de ciudad, puertos de montaña y tramos de autovía y autopista con máximas de 120 kilómetros por hora. La primera de ellas se saldó con un consumo medio de 5,7 litros y la segunda, en la que nos empleamos algo más con el gas a causa de la exigencia de las carreteras, la cifra se elevó ligeramente hasta los 6 litros.
En una conducción tranquila, aunque totalmente despreocupada del acelerador, será posible ver consumos similares a los que logramos durante la prueba.
Llegada del Honda ZR-V a España
Según ha detallado la división española de la marca, el ZR-V confirmará sus precios en los próximos días y con ello dará comienzo a su periodo de pre-reservas para las dos versiones disponibles del modelo, las denominadas Advance y Sport.
Se prevé que las primeras unidades lleguen a nuestro país a comienzos del últmo trimestre del año.