Con la expresión 'Built Ford Tough', la marca del óvalo se refiere a la durabilidad, a la capacidad de resistencia del exterior y el interior de sus vehículos y a la aptitud para enfrentarse a terrenos accidentados sin sufrir daños. Una definición que generalmente se ha aplicado a su exitosa pick-up F-150 y que, tras mostrar las pruebas a las que ha sido sometido, también puede aplicarse al nuevo Mustang Mach-E. Ford quiere demostrar que los coches eléctricos también pueden ser extremadamente duraderos y fiables.
Ante de recibir la luz verde para su producción, el Ford Mustang Mach-E ha sido maltratado y torturado en una serie de pruebas similares a las que somete a los modelos de la serie F del fabricante. Su carrocería y todo el sistema eléctrico han tenido que afrontar múltiples lavados continuos en condiciones extremas con pulverizaciones extremadamente potentes y dañinas. También ha tenido que atravesar carreteras de grava con piedras sueltas y puntiagudas. En su interior, los asientos han sufrido el desgaste de las flexiones reiteradas y el apoyo de cargas pesadas recurrentes. La pantalla táctil vertical del salpicadero, de grandes dimensiones, también ha tenido que enfrentarse a varias sesiones de maltratos, con lanzamiento de objetos e intentos de rayado.
Según una estadística, bastante preocupante por el grado de desconocimiento muestra por parte de los conductores, el 27% de ellos se sienten reacios a mojar sus coches eléctricos por temor a problemas de cortocircuitos o incendios. Eso incluye conducir bajo el agua o someterlos a una limpieza convencional en los típicos túneles de lavado. Los ingenieros de Ford han utilizado uno de estos túneles para exponer al Mustang Mach-E a 60 lavados continuos, eliminando el jabón de los rociadores y supeditando al vehículo a los chorros de agua y a los cepillos sin la protección de la espuma. Posteriormente se ha procedido al correspondiente secado a altas temperatura. Esta prueba equivaldría a lavar el coche cada dos semanas durante más de dos años.
60 lavados continuos sin jabón y a alta presión, incluido el secado, aseguran que un coche eléctrico como este puede lavarse tanto como se quiera sin que sufra ningún tipo de problema eléctrico.
El Ford Mustang Mach-E es capaz de atravesar caminos de grava suelta con piedras puntiagudas sin que ni los bajos ni la carrocería sufran desperfectos visibles. Los prototipos recorrieron cerca de 482 kilómetros (300 millas) sobre un terreno de estas características, con dos tipos de grava diferentes. En total se completaron casi 200 pasadas a 97 km/h, una velocidad elevada cuando se circula fuera de carreteras pavimentadas.
200 pasadas por pistas de grava puntiaguda a 97 km/h, recorriendo un total de más de 300 millas demuestran la durabilidad de la pintura y los bajos del Ford Mustang Mach-E.
Ya en el interior del vehículo, los asientos también han sido sometidos a pruebas de resistencia, para conocer cuál es el límite de peso que pueden soportar. Para hacer esta comprobación, Ford preparó un robot que simula a una persona y a las posiciones que adopta cuando entra y sale del coche. Esta operación la realizó al menos 25.000 veces. Además, el material que cubre los asientos se flexionó aproximadamente 100.000 veces, para simular su uso diario y comprobar su resistencia ante el agrietamiento.
La pantalla táctil de 15,5 pulgadas que preside el salpicadero del Mustang Mach-E también ha sido objetivo de las pruebas de resistencia de los ingenieros de Ford. La pantalla utiliza un recubrimiento especial, denominado Dragontrail (similar a los recubrimientos Gorilla de los móviles), y está montada sobre un soporte de magnesio de alta resistencia que evita que se mueva de su posición cuando es empujado o golpeado.
La pantalla central del salpicadero de 15,5 pulgadas está preparada para resistir las interacciones diarias y descuidas de los propietarios del Ford Mustang Mach-E.
Donna Dickson, la ingeniera jefe de programas del Mustang Mach-E, explica que tuvieron que lograr "ir más allá para asegurar de que la pantalla fuera lo suficientemente duradera como para soportar las interacciones diarias de los clientes: carteras y bolsos golpeándola, mascotas chocando con ella, niños jugando".
En definitiva, con estas pruebas y, aunque la mayoría de los propietarios nunca utilizará el Ford Mustang Mach-E como si fuera F-150, el fabricante quiere que sus clientes no tengan que preocuparse por la durabilidad de su coche eléctrico.