Los japoneses parecen perdidos en la nueva era eléctrica. Sus fabricantes no han dado el paso definitivo para abrazar una tecnología que ocupa toda la actividad del sector. En Japón no dan con la solución para fabricar coches eléctricos funcionales y baratos. Cada una busca su propia fórmula, pero ahora se presenta una posibilidad que no se había contemplado hasta el momento.
Desde la isla del Pacífico surgen fuertes rumores de una posible alianza entre Nissan y Honda para desarrollar y producir coches eléctricos baratos y pequeños con los que hacer frente a la cada vez más poderosa industria china.
En Japón es muy corriente y habitual que las marcas estrechen lazos con un objetivo común. Ya lo hemos visto en el pasado con asociaciones entre Toyota y Mazda, por ejemplo. En esta ocasión, tal y como apuntan fuentes locales, el objetivo no es otro que compartir los gastos de un trabajo que requerirá miles de millones de yenes en materia de investigación y desarrollo.
Pocos fabricantes han encontrado la fórmula secreta para expandir su gama eléctrica más asequible. China tiene la hegemonía con una industria supervitaminada e imparable. Cada vez más coches cruzan la frontera con el objetivo de hacerse un hueco en más mercados.
Los coches eléctricos baratos y pequeños centran toda la preocupación de la industria
Hasta ahora, tanto Nissan como Honda han intentado hacer la guerra por su cuenta con no muy buenos resultados. Nissan ha buscado socios con anterioridad, entre ellos General Motor, aunque ese acuerdo ya desapareció ante una clara falta de entendimiento.
Hace más de una década, Nissan dominaba la industria eléctrica con el coche más vendido del mundo, el LEAF. Hoy sus ventas eléctricas son residuales. El ARIYA no ha calado entre los conductores y el que en su día fue el eléctrico de masas ha desaparecido de la cartera y poco sabemos de cómo será relanzado al mercado.
Si bien ambas marcas tienen ambiciosos planes de expansión, los plazos preocupan. Muchos rivales pueden adelantarlos. Las dos compañías parecen condenadas a entenderse en un objetivo común. Honda no reniega de los coches eléctricos baratos, pero, hoy por hoy, no los considera rentables. Su Honda e no ha tenido el éxito que esperaban. Sin embargo, en el seno de la compañía siempre han preocupado los plazos. Llegar tarde a un segmento tan importante podría ser letal para sus intereses comerciales.
Misma corriente de pensamiento corre por los despachos de Nissan. Estos podrían aportar su mayor conocimiento en la materia. Por el momento, no se sabe de qué forma podrían estrechar lazos. Ni siquiera sabemos si las conversaciones llegarán a buen puerto.
Por el momento, tal y como apuntan desde Japón, hay contacto entre las marcas, pero las negociaciones van para largo. Las dos compañías están discutiendo sobre la forma de proceder. Una opción es comprar baterías y materiales de forma unificada y también desarrollar sistemas compartidos. Lo que está claro es que, por ahora, cada una sigue su propio camino.
Honda quiere ampliar su cartera con dos lanzamientos nuevos a partir de 2026. Nissan ha presentado varios bocetos interesantes sobre futuros coches eléctricos de producción. Los de Yokohama siempre han considerado el 2027 como el año de inflexión con el lanzamiento de los primeros eléctricos con baterías de estado sólido.