Aston Martin ha presentado en el Salón del Automóvil de Shanghái la versión definitiva de su primer modelo totalmente eléctrico, el Rapide E, con más de 320 kilómetros de autonomía según el ciclo WLTP y una potencia de 610 caballos. Su precio estará alrededor de las 200.000 libras esterlinas (230.000 euros).
El Rapide E, que comenzará a producirse en el cuarto trimestre de este año, es el primer automóvil de Aston Martin fabricado en la sede de electrificación de la marca en St Athan (Gales) y será una edición especial con una producción limitada a 155 unidades desarrollada en colaboración con Williams Advanced Engineering.
Este modelo eléctrico es capaz de cargarse a una velocidad de 297 kilómetros de autonomía por hora, gracias al cargador de 400 voltios y 50 kilovatios. Además, el sistema de batería de alto voltaje de 800 voltios permite una carga de 498 kilómetros por cada hora, utilizando un cargador de 100 kilovatios, mientras que, para la carga en destino, el cargador de AC de alta potencia a bordo permite recargar la batería en tres horas.
Los motores gemelos traseros generan una potencia de 610 caballos, lo que permite al vehículo acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en menos de 4,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada de 250 km/h. El sistema de propulsión está alimentado por una batería de 65 kWh, que le permite una autonomía de 320 kilómetros según el ciclo WLTP.
El Rapide E tendrá un peso de 2.140 kg, 150 kg más que su homólogo de gasolina. Sin embargo, el diseño exterior del coche eléctrico es más aerodinámico. Tiene ruedas de 21 pulgadas, una nueva rejilla de panal de abeja, así como unos bajos y un difusor trasero actualizado. Todo ello, según Aston Martin, permite que el coche eléctrico sea 8% más aerodinámico que la variante de combustión interna.
La gran ofensiva eléctrica de Aston Martin comenzará en 2022 bajo su marca de lujo Lagonda, que prepara un SUV y un sedán eléctricos para la próxima década. Los vehículos de Lagonda pertenecen al segmento de lujo, por lo que competirán con los modelos electrificados de Bentley y Rolls-Royce.