Tradicionalmente, el mayor volumen de ventas se ha situado siempre en el segmento de los coches compactos. Con espacio para cuatro o cinco ocupantes y un maletero capaz de acoger su equipaje, su practicidad da servicio a la mayoría de los compradores. Con la electrificación, el precio de los coches del segmento C se ha disparado en la oferta de todos los fabricantes, incluidos los generalistas, que habitualmente dominaban este mercado. Si el MG4 rompió esa tendencia el año pasado, la rebaja de precios de Tesla en el Model 3 a principios de 2023 ha puesto patas arriba la deriva de precios general.
Para mostrar esta guerra de precios, tomaremos como ejemplo los del Megane E-Tech. El primer coche completamente eléctrico del fabricante francés en este segmento llegó a los concesionarios en mayo de 2022. Y lo hizo con muy buen pie, con un diseño renovado de aspecto SUV y un interior vanguardista muy tecnológico. Sin embargo, su gran hándicap estaba en el precio. La versión más básica cuesta 35.136 euros (siempre sin ayudas), mientras que la intermedia se va a los 38.592 euros y la más alta hasta los 46.272 euros.
El Megane parece atrapado en un mercado en el que parte de su clientes podrían optar por una opción mucho más barata y otra algo más cara. Una situación en la que también están todos sus rivales, que, con precios también muy elevados, sufren ahora una fuga de compradores. Aquellos que no quieran gastar de más, pueden recurrir al MG4 más equipado y con mejores prestaciones. Aquellos a los que no les importe elevar ligeramente su presupuesto, recurrirán al Tesla Model 3 más básico, pero también más grande (segmento D) y más potente.
A un precio de derribo, el MG4 ofrece unos acabados de inferior calidad, pero no exige renunciar a unas prestaciones y a una autonomía a la altura de modelos mucho más caros. El Tesla Model 3, que siempre ha tenido un precio superior, amenaza a los que antes no eran sus rivales con todos los argumentos conocidos de la marca californiana.
El mejor MG4 es más barato que el Megane más básico
Quienes no puedan resistir al argumento del precio tienen a su disposición el MG4. Incluso con el aumento de precio que el fabricante chino aplicó a toda la gama el pasado 1 de enero (aproximadamente 1.000 euros más), el MG4 básico cuesta 30.690 euros, mientras que el Megane de entrada se va a los 35.136 euros. En ambos casos, supone quedarse con una versión técnicamente "desinflada".
Comparando ambas, la ficha técnica del MG4 sale ganando, ya que ofrece 127 kW (170 CV) de potencia, una batería LFP de 51 kWh de capacidad y 350 km de autonomía. Sin embargo, el francés se queda en 96 kW (129 CV) y una batería NCM de 40 kWh. En cuanto al equipamiento, frente a un Megane bastante justo (ni siquiera la gran pantalla con Google integrado es de serie en esta versión), el MG4 gana por goleada: asistencia a la conducción en atascos, luces de carretera inteligente, sensor de sueño, pantalla táctil de 10,25 pulgadas, climatizador automático. Sistemas todos ellos que no están presentes en el Megane.
Pero este no es el gran problema del Megane. La versión tope de gama del MG4 cuesta 37.190 euros, apenas 2.000 euros más que la más básica del Renault. El motor aquí es de 152 kW (204 CV) y la batería de 64 kWh, con tecnología NCM, que le otorga 450 km de autonomía. Para lograr una cifra similar (470 km), hay que recurrir a la versión Evolution ER del Megane, que combina la batería más grande con el motor pequeño, es decir 96 kW y 60 kWh, cuyo precio base es 43.200 euros. Si bien se trata de una variante más equipada que la básica, renuncia a algunos de los argumentos estéticos presentes en el resto.
El Tesla Model 3 al alcance de la mano
Pero los rivales no se quedan en MG. Porque la maniobra realizada por Tesla esta semana ha llevado a que los precios del Model 3 hayan caído de manera muy significativa. Tanto, que la versión de entrada, con tracción trasera y 491 km de autonomía, está ahora disponible por 46.200 euros, el mismo precio que la versión más equipada del Renault Megane.
Con la autonomía declarada por el coche americano, la única opción comparable en la gama del Megane vuelve a ser el acabado Evolution ER (470 km) que si bien ofrece unas características que hacen de él una buena opción, también le hacen competir en inferioridad con el Model 3. Por 44.700 euros, el Megane E-TECH EV60 96 kW boost Charge, cuenta con una potencia muy inferior en su motor delantero, y permite recargar a 130 kW en corriente continua, por debajo de los 170 kW del Tesla. A esto se suma un tamaño más generoso que resulta más práctico.
A favor del Megane
Si bien la posición del Megane en esta comparativa puede verse comprometida, el coche francés todavía cuenta con algunos argumentos a su favor para estar por encima de sus rivales. El primero es un interior que, aunque esto es cuestión de gustos, está mejor diseñado. También es de mayor calidad, sobre todo porque, además, los franceses se han esmerado en elevar el listón y ofrecer una sensación superior a la de las anteriores generaciones. En eso supera a Tesla, que todavía adolece de los defectos propios de la juventud de un fabricante que, aunque ya lleve años en el mercado, no es comparable con la que ofrece el coche francés. También supera a las de MG, quem si bien son correctas, no llegan al nivel del francés.
El segundo es el software. Porque el nuevo sistema de información y entretenimiento OpenR del Megane, desarrollado con Google, es muy estético, muy funcional y muy agradable de utilizar. En esto supera claramente al de su competidor chino, mucho más sencillo y con un aspecto más asiático. No vence en esto a Tesla que, en esta cuestión, está muy por encima del resto de los fabricantes, no solo de Renault.
En caso de averías o problemas con el coche, Renault también cuenta con un servicio técnico más extenso que sus dos rivales, aunque esta ventaja es circunstancial ya que la red de servicio crecerá con el tiempo y dejará de ser una ventaja objetiva.
Por último, también se pueden esgrimir algunos argumentos menos racionales, que se corresponden con lo que habitualmente es la compra de un coche: algo pasional que no obedece a criterios objetivos. Frente al MG, el Megane presenta un aspecto más cuidado, con una línea más moderna, llantas de mayor diámetro (18 pulgadas) y unos tiradores ocultos en las puertas que aportan al efecto estético.
Los 470 km de autonomía y el pequeño sacrificio estético
Para lograr los 470 km de autonomía, el Megane Evolution ER, ("Extended Range" o autonomía extendida) combina el motor de 130 CV y la batería de 60 kWh de capacidad. Además, cuenta con algunos extras aerodinámicos más pensados para beneficiar a la aerodinámica que a al diseño.
Mantiene un equipamiento de serie bastante extenso. Sin embargo, no destila la misma estética que el resto de la gama: el paragolpes delantero se ha simplificado, incluidas las luces diurnas que no son en forma de 'Z'. Las llantas pasan a ser de 18 pulgadas en lugar de 20 y van cubiertas de un tapacubos con diseño Aerodesigns que reduce la turbulencia aerodinámica con un único propósito, la autonomía.