Es momento para muchas firmas de valorar la producción de muchos de sus modelos en base a la acogida comercial que tienen, ya que la entrada de los coches eléctricos en juego supone un desembolso extra para la firma difícil de justificar si el coche en cuestión no goza de un volumen de ventas suficiente. Es el caso del Audi A1, que podría ser sustituido por un A2 eléctrico.
En Audi han dejado claro que no quieren tener dos gamas paralelas de productos basadas en su fuente de energía: es inasumible para Audi, en este caso, mantener una gama térmica y otra eléctrica. En vistas de ello eliminará de su gama los A4, A6 y A8 para dar lugar a modelos completamente eléctricos. Esto mismo se vislumbra en el horizonte para el modelo más asequible de la firma de los cuatro aros.
Los motivos de la extinción del A1 al final de la que sólo ha sido su segunda generación hay que contextualizarla dentro del consorcio alemán, ya que el Grupo Volkswagen tiene otros modelos pequeños que constan de un volumen comercial mucho más pronunciado que el del Audi A1. Coches como el SEAT Ibiza, el Skoda Fabia y el Volkswagen Polo tienen una electrificación mucho más justificada que el Audi A1, ya que electrificar coches tan pequeños conlleva un desembolso para una firma difícilmente justificable si luego el modelo en cuestión no goza de un volumen comercial mínimo.
Sobre ello ha hablado el propio Markus Duessman, CEO de Audi, quien ha dicho que aún tienen que decidir qué hacen con sus modelos más compactos. Ya que formando parte de un gran compendio de firmas como el Grupo Volkswagen, tal vez sea prescindible contar con ciertos modelos en su oferta, cuestionando y mencionando directamente al Audi A1. De la misma manera también ha señalado que formar parte del grupo alemán tiene ventajas, y que ello podría resultar en que la firme se pudiera permitir el lujo de lanzar un Audi A1 eléctrico aun no siendo el modelo más apropiado para ello.
En 2019 Audi presentó el AI:ME concept, una suerte de monovolumen eléctrico del que podría derivar un A2 o Q2 eléctrico de producción.
Sea como fuere, lo que está claro es que la firma de Ingolstadt tiene que reinterpretar el escalón que queda por debajo del Audi A3, ya que parece que el compacto no va a sufrir ningún cambio. Lanzar un Audi A2 eléctrico facilitaría enormemente a los ingenieros de la firma implementar un tren de potencia completamente eléctrico, aunque Duessman ha comentado también que el Audi Q2 podría ser el modelo que ocupara el hueco de modelo de entrada a la gama.
Decía el directivo alemán: "Probablemente ofrezcamos como entrada a la gama un Q2 y similares. Ese podría ser el nuevo nivel de entrada para nosotros; es posible que no hagamos nada más pequeño".
Desde el medio Autocar, y en base a las declaraciones de Marcus Duessman, señalan a Artemis como la división autora de esta generación de coches eléctricos de entrada a la gama de Audi. Un coche eléctrico que podría llegar bajo el nombre de Audi A2, aunque como ha apuntado el propio Duessman, ello no implica que el coche llegue bajo la misma filosofía de diseño que el A2 que Audi lanzó en 1999, un coche adelantado a su tiempo.
Así pues, parece que Audi se desmarca de la ofensiva de productos eléctricos de pequeño tamaño que el Grupo Volkswagen está preparando, con las próximas generaciones del Skoda Fabia, SEAT Ibiza y Volkswagen Polo en el punto de mira. Para la fabricación de las mismas SEAT está pujando fuertemente, lo que podría significar que todos ellos llevaran sello español.
