Audi está inmersa en una etapa de cambios. La llegada de la electrificación ha puesto patas arriba a una de las grandes marcas premium del mercado internacional. La llegada de coches eléctricos ha sido muy lenta, cargada de problemas. Los alemanes confían en su futuro eléctrico, pero no se olvidan de los modelos tradicionales. El nuevo Audi A5 ya está entre nosotros. Una generación completamente nueva cargada de novedades, desde un rediseño completo a un enfoque mecánico conservador con toques de electrificación. Llegará a los concesionarios a finales de este mismo año.
El A5 de Audi fue la respuesta natural al Serie 3 Coupé de BMW. Presentado oficialmente en 2007, rápidamente tuvo un gran éxito en cualquiera de sus dos carrocerías, Sportback y cupé. La segunda de sus ediciones se presentó en el 2016 y hoy vemos el nacimiento de una tercera. No hay ninguna duda que esta es la que presenta más novedades y cambios. El más importante es el hecho de que el A5 pasa a ocupar el espacio clásico del Audi A4 como la berlina media de la compañía. Desaparecen sus carrocerías cabrio y cupé para estar disponible únicamente en formato berlina o familiar, Avant.
Cambios importantes en toda la oferta, desde el posicionamiento hasta los motores
En Ingolstadt han tomado esta drástica decisión como parte del programa de cambio que antes he mencionado. Los modelos impares tendrán plataformas ICE con mecánicas de combustión parcialmente electrificadas. El A5 estrena la estructura PPC (Premium Platform Combustion). Las unidades pares serán 100% eléctricas con estructuras centradas en la electrificación, ya sea la plataforma PPE estrenada por el Audi Q6 e-tron, o la plataforma MEB, y sus respectivas actualizaciones, que es empleada en modelos como el Audi Q4 e-tron. Audi ha decidido conservar la filosofía clásica del A4 aplicando un cambio de nombre. Estrategia que le da flexibilidad de cara al futuro y a una incierta inestabilidad eléctrica.
Para afrontar esta nueva etapa, el Audi A5 se presenta totalmente cambiado por fuera y por dentro. Su aspecto deportivo se mantiene y, como ya es habitual en la casa, se da especial importancia a la iluminación. Faros con tecnologías LED y OLED que destacan en dos carrocerías cargadas de líneas de tensión y aspecto atractivo. Como era lógico, el tamaño también se ha modificado, ganando un buen puñado de centímetros a lo largo. El nuevo A5 alcanza los 4,83 metros de largo, 1,86 metros de ancho y 1,44 metros de alto para una distancia entre ejes de 2,9 metros. La carrocería Avant ofrece las mismas cotas principales, aunque su maletero crece hasta los 476 litros de capacidad mínima por los 445 litros de la berlina.
De puertas para dentro nos encontramos con un espacio tecnológico capaz de incluir tres paneles en el salpicadero. La mayor parte del espacio queda ocupado por un sistema de pantalla dual y curva. Muy similar al que presenta el Q6. La instrumentación es digital con un tamaño de 11,9 pulgadas, mientras que el sistema de infoentretenimiento se controla mediante una gran pantalla de 14,5 pulgadas. Opcionalmente los clientes pueden seleccionar un tercer panel de 10,9 pulgadas frente al asiento del copiloto que replica parte de la información general y donde se pueden reproducir contenidos multimedia. Entre el equipamiento también destaca la presencia de un Head-Up Display, muchos elementos de confort y un amplio paquete de seguridad y asistencia a la conducción.
Por el momento, el nuevo A5 ha sido presentado con mecánicas de combustión y sistemas MHEV Plus, capaces de desplazar al coche de forma 100% eléctrica durante breves periodos de tiempo a baja velocidad, como a la hora de maniobrar o aparcar. Las potencias oscilan entre los 150 y los 367 caballos para la variante S5. Más adelante, a finales de este año llegarán más unidades a la familia, incluyendo una variante RS con 550 caballos y dos unidades híbridas enchufables con etiqueta CERO. La fase de preventa ya ha comenzado en España con tarifas que arrancan en los 51.050 euros para la berlina y en los 53.310 euros para la variante familiar.