En abril de este año, Audi presentó su primer coche eléctrico basado en la plataforma eléctrica MEB del Grupo Volkswagen. El Audi Q4 e-tron es un SUV eléctrico llamado a ser uno de los más vendidos por el fabricante de los cuatro aros que, además de arquitectura eléctrica, también estrena otras novedades tecnológicas dignas de mención. Una de ellas es el nuevo volante que, sin llegar a los límites del diseño del "volante mariposa" del Tesla Model S, sí presenta una serie de pantallas escondidas en sus radios que dan acceso a 18 funciones diferentes que se pueden realizar desde él y que se muestran de manera inteligente, aprendiendo de los hábitos del conductor.
El nuevo volante se estrenará en el Audi Q4 e-tron y en el Q4 Sportback e-tron.
La historia no le ha dado al volante grandes momentos de protagonismo. Pasó de tener unas dimensiones enormes cuando no existía la dirección asistida a reducir su tamaño hasta llegar a los volantes actuales. Pasando por alto algunas ideas como la que tenía previsto presentar Honda en el CES de Las Vegas de 2020, con un volante para la "conducción aumentada", las innovaciones han venido de la mano de su forma. Poco a poco ha pasado de ser una circunferencia perfecta a achatarse por la parte baja en la mayoría de los coches o incluso a achatarse arriba y abajo en el i-cockpit de Peugeot. El límite del diseño lo ha alcanzado Tesla con el volante "mariposa" del nuevo Model S, que tanta controversia ha causado.
Evolución de los volantes de Audi.
En el Audi Q4 e-tron (y en el Q4 e-tron Sportback), el segundo SUV eléctrico del fabricante alemán que se sitúa un escalafón por debajo en cuanto a tamaño que el e-tron, también se encuentran novedades relacionadas con este componente que no están en su hermano mayor. Estrena nuevo volante en el que se han suprimido todos los botones físicos para sustituirlos por pantallas. Hace ya muchos años que se comenzaron a implementar algunos mandos en el volante cuando la consola central empezaba a quedarse pequeña. Así se acercaban a las manos del conductor algunas funciones muy utilizadas y se convertía además en un extra de seguridad. Hoy en día, algunos fabricantes permiten personalizar esos botones en mayor o menor medida.
Audi ha llevado esa personalización al extremo en el Q4 e-tron. Su última generación de volantes cuentan con un esqueleto de magnesio fundido a presión más ligero que la construcción de acero y además más resistente y con mejores propiedades de amortiguación y moldeabilidad. Mantiene un volante de 375 milímetros, que el fabricante considera perfecto para la conducción y que es común al resto de modelos, y que en este caso se achata por la parte superior e inferior. También asegura mantener el tacto y el refinamiento informativo que ofrece en curva, de manera que se facilita con mínimos movimientos que el coche vaya donde el conductor desee.
Las 18 funciones del volante del Audi Q4 e-tron.
Para permitir que la lectura de la pantalla digital de instrumentación que se encuentra tras él se lea con facilidad, el volante queda descentrado 7,5 milímetros hacia arriba respecto a su centro geométrico. El "Axial Offset", según lo denomina Audi, no solo tiene esta función sino que también facilita la entrada y la salida del vehículo.
Pero lo que sí es diferente en el Q4 e-tron es que desaparece toda la botonería física en favor de pantalla táctiles configurables, integradas en los radios del volante, cuyas funciones aparecen y desaparecen en función de los deseos y las costumbres del conductor. Hasta 18 son las funciones diferentes que quedan al alcance de los dedos del conductor sin que tenga que separar las manos del volante.
Cuando no hay funciones disponibles, las pantallas se oscurecen tomando el mismo color que el volante, de manera que no parecen existir. Mediante un sistema de aprendizaje, el coche será capaz de detectar cuales son las funciones más utilizadas en cada momento para hacerlas accesibles.
Estructura interior del volante del Audi Q4 e-tron.
Las pequeñas elevaciones entre las superficies táctiles permiten distinguir una de otra mediante el tacto. Para poner en marcha la función, es necesario hace fuerza sobre ella y recibir una respuesta háptica. Es la misma tecnología que en el MMI touch en la consola central. Una placa que se acciona a través de un punto de presión específico reconoce la posición del dedo emitiendo un sonido de clic mecánico. Así se orienta el conductor intuitivamente solo con el sentido del tacto. Además de estos gestos táctiles, también hay gestos de deslizamiento, por ejemplo, para desplazarse por las listas de menús en la navegación.
El volante también dispone de un sistema capacitivo embebido en un aro que tiene entre 30 y 36 milímetros de espesor y que está forrado con una doble capa de espuma. Es capaz detectar la posición y la presión que las manos ejercen sobre él y permite ajustar las ayudas a la conducción en función de este parámetro.