Audi apuesta por elevar la potencia de carga de sus coches eléctricos, pero considera más importante el tiempo que el vehículo es capaz de sostener esa máxima potencia durante la sesión de recarga. El Audi e-tron, capaz de alcanzar 150 kW de potencia máxima, tiene la cualidad de soportarla más allá del 80% de la capacidad de la batería, manteniéndose por encima de los 50 kW, en la parte final, donde la mayoría de los coches la reducen considerablemente.
La llegada al mercado de vehículos eléctricos con grandes capacidades de batería, está haciendo que la red de recarga rápida se convierta en un aspecto prioritario. No solo es necesario disponer de puntos de carga convenientemente distribuidos para permitir largos desplazamientos, sino una potencia lo suficientemente elevada para acortar los tiempos de parada.
Las redes de recarga ultrarrápida que están implementándose tanto en Europa como en Estados Unidos, prometen potencias de hasta 350 kW, con una primera fase limitada a 150 kW. Con el lanzamiento de la tecnología Supercharger V3 por parte de Tesla, todavía en fase de expansión, un Tesla Model 3 puede alcanzar una potencia de recarga de hasta 250 kW, la mayor que puede obtenerse en un vehículo eléctrico de los que actualmente pueden encontrarse en el mercado.
El Audi e-tron ha demostrado que es capaz de mantener 140 kW de potencia durante el 80% del proceso.
Matthew Mostafaei, gerente de Audi e-tron y Vehículos conectados en los EE.UU, en una presentación del Audi e-tron realizada recientemente, mostró una tabla en la que se comparaban en el tiempo sus tasas de recarga con las del BMW i3, el Tesla Model S90D en un Supercargador V2, el Jaguar I-Pace y el Model 3 en un Supercharger V3. En este último caso la curva que se muestra no es exacta, ya que Tesla ha dado por ahora muy poca información sobre estos nuevos Supercargadores y todavía tan solo existe una estación real en funcionamiento.
Si bien Mostafaei aplaude a Tesla por elevar la potencia de carga a un nivel superior, destacó que esa potencia se reduce drásticamente durante la sesión de carga, según se ha podido extraer de los datos recabados, de forma que incluso antes de haber alcanzado el 50%, la potencia es ya inferior a los 150 kW. Sin embargo, el Audi e-tron, gracias a su sistema de enfriamiento de la batería y a un búfer de almacenamiento de energía mayor que el del promedio de los coches eléctricos, es capaz de mantener más de 140 kW más allá del 80% de la capacidad de la batería y a partir de ahí comienza a descender, pero nunca por debajo de los 50 kW.
Tabla comparativa de la potencia de recarga durante el proceso completo para diferentes coches eléctricos. Foto: Electrek.
Diferentes estrategias para redes diferentes
Ambas estrategias, aunque diferentes, tienen su objetivo y cubren necesidades distintas para los usuarios. La de Audi es especialmente útil cuando se busca completar la carga para poder realizar la máxima cantidad de kilómetros posible, aunque para ello se necesite esperar un poco más de tiempo. Con una red de recarga limitada y con pocas estaciones disponibles, esta es la opción más lógica, y, por ahora, es la situación en la que se encuentra Audi.
Elevar la potencia de carga en el inicio de la sesión permite recuperar muchos kilómetros de autonomía en los primeros minutos, pero alarga la espera en el caso de necesitar completar el 100%. Este sería el caso de una red extensa, cuando es posible encontrar suficientes estaciones de carga en el recorrido para poder llegar a ellas sin disponer siempre de la máxima capacidad. Este es el caso en el que se encuentra Tesla gracia a su red de Supercargadores.