La casa de Stuttgart está muy segura de que sus próximos dos lanzamientos estrella colmarán las expectativas de prensa y público. Tanto es así que meses antes de su puesta de largo están dejándonos saber datos que, aunque con cuentagotas, no dejan de ser interesantes. Así se presenta el futuro de los Mercedes Clase S y EQS.
Previamente ya adelantamos que el Mercedes EQS será presentado en otoño, después del turno del que sea su hermano, el Clase S, con el que compartirá el tope de la gama del fabricante alemán. Además será un coche que no dejará huella de carbono durante su fabricación, ni tampoco la de sus baterías, aunque todavía no sabemos quién será el proveedor de las mismas.
"El Mercedes EQS sentará la referencia en cuanto a eléctricos de lujo se refiere. En términos de comodidad, seguridad y lujo, juega en la misma liga que el Clase S", asegura Ola Kallenius, CEO de Daimler.
Actualmente el Mercedes EQC es el modelo de la estrella con mayor autonomía de uso, con 471 kilómetros en ciclo NEDC (significativamente menos si lo trasladásemos a ciclo WLTP). Tomando esta referencia, y la del que será su mayor competidor, el Tesla Model S, con 609 kilómetros (WLTP), Daimler anuncia que el EQS llegará hasta los 700 kilómetros con una sola carga en ciclo WLTP.
Esta vez Mercedes dice no haber usado la plataforma MRA que sí da vida al EQC (más flexible en términos de producción pero menos eficiente en la práctica), por contra han usado la EVA2 que les ofrece más posibilidades de configuración y diseño al estar expresamente diseñada para vehículos eléctricos, ya que la MRA en la que se basa el EQC deriva de vehículos de combustión. No todo son ventajas para esta plataforma, de todos modos, ya que usar una plataforma dedicada exclusivamente a modelos eléctricos multiplica el riesgo financiero, pero ello es una manera muy clara de percibir cómo de seguros están con su nuevo lanzamiento.
Aún con las pobres ventas del EQC en el mercado europeo (apenas se han entregado 500 EQC hasta la fecha en Alemania, su principal mercado) Mercedes se ha puesto un target de producción de 50.000 unidades de EQC hasta finales de año. Objetivo que, sea dicho, es dudosamente palpable de no cambiar a una agresiva campaña comercial para evitar que la mayoría de unidades acaben siendo de demostración o vehículos destinados a cesiones.