La batería es el elemento más caro en un coche eléctrico y, por ende, una de las averías más temidas en este tipo de vehículos. A eso se añade otro factor: cuando hay un problema relativamente grave con ellas, los servicios técnicos oficiales tienden a sustituir la batería al completo, resultando una factura que asustaría a cualquiera. Por tanto es recurrente preguntarse: ¿Cuánto cuesta sustituir la batería de un coche eléctrico? Si la reparación (o sustitución) te ha pillado fuera de garantía, tu cuenta corriente puede temblar. Y eso es precisamente lo que le pasó al protagonista de la siguiente historia con su Tesla Model S, que por suerte acabó en "final feliz".
Todo comienza cuando Tyler Hoover compra de segunda mano un Tesla Model S P85 del año 2013, al que todavía le quedaban cuatro meses de garantía. La mala suerte quiso que, poco después, el coche empezase a mostrar un mensaje de error en la batería: «nivel máximo de carga de batería reducido». El coche no podía cargar más que unos 80 kilómetros de autonomía, un verdadero problema.
Ante la imposibilidad de usar su vehículo en condiciones normales, Hoover llevó el coche al servicio técnico de Tesla más cercano. No sabemos si en ese momento tenía una idea de lo que vendría a continuación, pero seguramente llevaría un tiempo preguntándose cuánto le costaría cambiar la batería de su Model S. Pues bien, la respuesta tiene una cifra abultada: una vez analizada la avería, Tesla le ofreció cambiar la batería por 22.500 dólares (unos 19.000 euros al cambio actual). Tal es el coste de cambiar la batería de un Tesla Model S fuera de garantía.
El propietario del coche decidió entonces buscar alternativas en un taller externo, que no fuese el servicio oficial de la marca, que le solucionase la avería por menos dinero. Encontró la respuesta en Rich Rebuilds' Electrified Garage, gracias quizá a su popular canal de YouTube, donde ha demostrado experiencia en reparaciones de este tipo. El taller dio con la avería -a pesar de las trabas que pone Tesla, que hasta hace poco no facilitaba sus herramientas de diagnóstico a terceros y actualmente sigue teniendo no pocas limitaciones- y descubrió que había un fallo en 2 de los 16 módulos de la batería.
En lugar de cambiar la batería al completo, sustituyeron únicamente los dos módulos defectuosos en un proceso que además ha quedado documentado en este vídeo. El precio total de la reparación fue de 5.000 dólares, prácticamente un 80% menos de lo que había presupuestado Tesla. El coste de la reparación se desglosa de la siguiente manera: cada módulo costó 1.500 dólares, haciendo un total de 3.000 dólares, otros 750 dólares se destinaron a piezas varias y el resto se debe al diagnóstico y la mano de obra.
Tesla optó por la solución fácil: en vez de reparar la parte defectuosa, decidió cortar por lo sano y sustituir todo el paquete. Como decimos, la solución fácil pero también la más cara para el cliente. De ahí la importancia de que existan talleres externos especializados y bien cualificados que sean capaces de diagnosticar una avería y, si es posible, repararla sin tener que sustituir la batería al completo. Algo que, además, también es más sostenible a nivel medioambiental.