La imagen que veis ilustrar la entrada no se corresponde, técnicamente, con lo que llamaríamos un Ford Mustang eléctrico, ni tan siquiera podríamos decir que es un restomod eléctrico sobre la base de un viejo Mustang que afronta una segunda vida rejuvenecido, como los Land Rover Series III de Zero Labs, ya que bajo la carrocería tan retro que vemos, lo que se esconde es la base de un Tesla Model S, y el proyecto se llama Aviar R67.
Sin duda, pensarás, que este trabajo de carrocería y lavado de cara interior no podía ser obra más que de un americano que quería ver las dos américas unidas, la de la eficiencia eléctrica de un coche eléctrico americano como un Tesla, con la de la icónica imagen retro de un Mustang, y si bien esto último es la clave de todo, la verdad es que la idea viene de Rusia.
Aviar Motors es una startup rusa que adelanta el que a sus ojos es el primer muscle car eléctrico de la historia, y la conocemos gracias a Motor1, que apuntan a que actualmente la firma trabaja en un prototipo del concept eléctrico, que debería empezar sus pruebas en breves. Parece ser que a esta empresa rusa no le hizo mucha gracia que el primer coche eléctrico en tener el apellido Mustang fuera un SUV, el Mach-E
El Aviar R67, como comentado, basa su razón de ser sobre el tren motriz de un Tesla Model S, y siendo así, hereda de él todas las cualidades que han convertido al Model S en un referente de entre los coches eléctricos. Por tanto, la capacidad de sus baterías serían los mismos 100 kWh, lo le otorgaría con facilidad una autonomía de 500 kilómetros, 104 menos que el Tesla Model S en el que se basa, y es que algo tenía que perder si querían adoptar la icónica y cuadrada carrocería de un Mustang clásico, además de las grandes ruedas que porta el concept eléctrico.
Puesto de conducción del Aviar R67.
El motor, por contra, sí sufre modificaciones, de hecho son dos motores eléctricos los que dan un total de 814 CV al R67, lo que se traduce a 618 kW, que hacen apto al Aviar R67 para alcanzar los 100 kilómetros por hora en tan sólo 2,2 segundos y seguirá hasta los 250 de velocidad punta (acelera hasta 100 en 0,3 segundos menos que el Tesla Model S). Todos estos datos los cogeremos con pinzas, y si el Aviar R67 finalmente alcanza la producción, lo veremos.
Los paneles de la carrocería han sido trabajados para gozar de la máxima ligereza posible, y tienen las proporciones típicas de un Mustang clásico gracias a que bajo ellos hay una estructura de aluminio que se basa sobre la plataforma del Model S.
En el interior la modularidad, por motivos obvios, no puede ser la misma que en el exterior, y sólo si sabemos que se basa sobre el eléctrico americano, podremos identificar en qué puntos estamos ante elementos de un Tesla Model S. Y es aquí donde Aviar Motors ha preferido no tocar las pantallas que hacen de interfaces entre el conductor y el Aviar 67, dejando intactas tanto la pantalla central que preside el salpicadero como el cuadro de mandos que hay tras el volante. El salpicadero y consola central sí se han visto modificados para dar una apariencia más retro, más clásica.
A pesar de su imagen clásica, el R67 goza de toda la tecnología del siglo actual, aerodinámica activa gracias a un alerón desplegable en su zaga, avisos acústicos para prevenir a peatones de su silenciosa marcha, suspensión neumática adaptativa y, cómo no, tomando la base de un Model S no podía falta Autopilot. Además, adelantan desde Aviar Motors que podremos usar la red de supercargadores de Tesla para cargar nuestro R67.