Rolls-Royce está trabajando en fabricar el avión eléctrico más rápido del mundo. El fabricante británico quiere superar su propia marca personal, establecida en 1931. Entonces, el avión Supermarine S.6B desarrollado por la compañía estableció en 343 millas por horas (500 km/h) el récord de velocidad de un avión eléctrico.
Hoy en día es bastante fácil que un avión supere esa velocidad, pero no que lo haga un avión eléctrico. Bajo el programa ACCEL, Rolls-Royce ha desarrollado una nave que contará con un paquete de baterías con 6.000 celdas de iones de litio, la unidad con mayor densidad de energía que jamás se ha ensamblado para un avión. Con solo una carga, el avión eléctrico de la firma británica podrá recorrer más de 300 kilómetros. Además, contará con tres motores eléctricos de 750 V diseñados por el proveedor Yasa que juntos le otorgarán al avión eléctrico una potencia combinada de 500 CV.
Rolls-Royce contará con el proveedor británico Yasa para el desarrollo de los motores eléctricos.
"Este avión será impulsado por un sistema eléctrico de última generación y por la batería más potente jamás construida para un vuelo", explicó Matheu Parr, jefe de proyectos de ACCEL para Rolls-Royce, en un comunicado, que también incidió en la tecnología que se ha necesitado para este proyecto. "Estamos monitorizando más de 20.000 datos, midiendo el voltaje de la batería, la temperatura y la salud del tren motriz por segundo", explicó.
Por el momento, solo se trata de un prototipo del que ni siquiera se ha detallado el nombre. Sin embargo, Rolls-Royce espera que el avión eléctrico definitivo comience las pruebas este año para poder optar a superar el récord de forma oficial en 2020.