Con unos lazos cada vez más estrechos gracias a noticias como esta, las industrias de las telecomunicaciones, el comercio electrónico y la automoción son cada vez mundos más afines. Así lo demuestra el contrato que Amazon acaba de cerrar con Hyundai para comercializar los coches del fabricante coreano en su portal electrónico un movimiento que ha sentado mal a las grandes concesiones estadounidenses y que el resto de marcas va a a controlar de cerca.
Han sido varios los fabricantes que en estos últimos años han empezado a dar pasos hacia un nuevo modelo de negocio en el que los concesionarios han sido relegados a un segundo plano. Algo a lo que la pandemia sanitaria originada por el COVID-19 ha contribuido, pues demostró que había muchas y muy efectivas maneras de comercializar productos distintas a las que se conocía hasta el momento.
Muchas marcas de nueva generación, como por ejemplo Tesla, han prescindido directamente de estos centros para darles sólo un papel logístico: llevan a cabo sus entregas y tareas de mantenimiento, pero no desarrollan las actividades de un concesionario al uso, tal y como estamos acostumbrados. Con esto se consigue un ahorro de costes superlativo, ya que tampoco hay una concesión a una empresa en según qué niveles geográficos: es directamente el fabricante en sus distintas divisiones el que gestiona estos centros.
A esta conyuntura se suma el acuerdo al que ha llegado Hyundai con Amazon, tras el cual el gigante norteamericano ha pasado ya a ofrecer la gama de coches de la marca coreana entre su extensa oferta de productos.
De momento es tan sólo una prueba, pero de mucho peso
Se trata de una evolución lógica si se tiene en cuenta que los coches se están convirtiendo de manera muy acelerada en objetos que van estrechando sus lazos con los dispositivos electrónicos.
Tal y como ha anunciado Hyundai, de momento se trata tan sólo de un proyecto piloto. La marca, junto a Amazon, quiere ver el comportamiento del mercado ante esta nueva manera de comercializar coches. A juzgar por el éxito de productos relativos a movilidad urbana, como patinetes, bicicletas eléctricos e incluso ciclomotores, era sólo cuestión de tiempo que algún fabricante de primera línea diera el salto a la plaforma de Jeff Bezos.
A pesar de que se ha prescindido de los concesionarios, tanto para formalizar la compra como incluso la financiación de los modelos de Hyundai que se adquieran a través de Amazon, sí tendrán que entregarse estas unidades a través de los centros locales más cercanos a donde se hagan los pedidos.
En unas declaraciones realizadas a Automotive News Europe, José Muñoz, consejero delegado de Hyundai Motor North America, la marca deja claro que los nuevos hábitos de consumo adquiridos tras la pandemia han sido la clave para tomar una decisión como esta: "Aprendimos cómo los consumidores esperaban tener una experiencia similar cuando compraban un coche o cuando compraban cualquier otra cosa por Internet. Amazon también estaba estudiando la venta de coches como una de las oportunidades de futuro, y creo que vimos una solución beneficiosa para todos".
Un movimiento que ha originado recelo en las principales redes de distribución de la marca
Amazon es una de las empresas más potentes del mundo. Tiene recursos prácticamente ilimitados para entrar a competir en cualquier sector. Esto ha originado la total desconfianza de las principales concesiones de Hyundai en Estados Unidos, que, tras el anuncio, han llegado a ver, incluso, cómo sus acciones en Bolsa se han visto afectadas. Estos son los casos de AutoNation y Lithia en Estados Unidos, que han experimentado caídas de aproximadamente un 5% en ambos casos.
Muchos son los que también han interpretado este movimiento de Hyundai como un castigo a los concesionarios estadounidenses y sus famosos markups, en los cuales muchas de las concesiones aprovechan para elevar el precio de según qué coches de manera descarada, en muchas ocasiones más allá de los 10.000 dólares, si tiene una demanda significativa.
Sea como fuere, lo cierto es que el movimiento de Amazon y Hyundai es algo que será vigilado de cerca por todos y cada uno de los grandes fabricantes, ya que sin duda abre las puertas a un nuevo tipo de consumo que puede ser muy beneficioso tanto para el fabricante como para el comprador, pero sin duda no para los concesionarios, que seguirán viendo recortadas sus funciones.
Dado que es una prueba piloto, de momento sólo se va a llevar a cabo en Estados Unidos. No se ha confirmado que vaya a probarse también en Europa, pero, de funcionar, se da por hecho que acabará llegando.