La electrificación del transporte marítimo tiene su punta de lanza en barcos completamente eléctricos que operan en distancias cortas, debido a que la autonomía que proporcionan sus baterías es todavía escasa. Sin embargo, mientras su capacidad aumenta, existe una solución para los cruceros que realizan grandes rutas y que ya está empezando a ser considerada por la industria. Es el caso del crucero híbrido enchufable Roald Amundsen, capaz de transportar 500 pasajeros y que tiene previsto su viaje inaugural esta semana por el Ártico, partiendo del norte de Noruega.
El operador de cruceros marítimos Hurtigruten será el encargado de gestionar esta embarcación en su servicio diario de transporte entre la costa oeste y el norte de Noruega. El recorrido de 2.700 kilómetros entre las ciudades noruegas de Bergen y Kirkenes que actualmente tarda seis días y medio en realizarse.
Daniel Skjeldam, presidente ejecutivo de Hurtigruten, ha explicado el funcionamiento del sistema híbrido enchufable de la embarcación. Su propulsor principal funciona con diésel marino e incorpora un paquete de baterías capaz de hacer funcionar la nave únicamente con electricidad un tiempo comprendido entre 45 y 60 minutos. Se pueden recargar conectándolas directamente a la red o con la energía sobrante de los motores diésel. Cuando el barco lo necesita es la energía de las baterías la que se encarga de moverlo. "Es una forma de reducir significativamente las emisiones sin tener que disponer de estaciones de recarga", ha declarado Skjeldam a Reuters.
El operador no espera que sus barcos puedan operar solo con la energía de las baterías en los próximos años ya que requieren poder navegar durante dos semanas por zonas en las que no existe posibilidad de recargarlas conectándolas a una red eléctrica. Hurtigruten calcula que con esta propulsión se reducirán considerablemente los consumos de combustible y, por lo tanto, los costes de operación del barco, además de una reducción de emisiones de CO2 del 20%.
Las grandes rutas marítimas de varios días pueden ser cubiertas por barcos híbridos enchufables como el Roald Amundsen.
La navegación eléctrica
La diferencia entre el Roald Amundsen y el de otros barcos completamente eléctricos que ya operan rutas en la actualidad es la distancia que recorren. Las baterías actuales no proporcionan suficiente energía para el servicio que ofrece Hurtigruten.
El primer ferry eléctrico noruego, el Ampere, ha proporcionado a la empresa que lo opera, Norled, unas cifras de rendimiento espectaculares, reduciendo las emisiones en un 95% y los costes de operación en un 80% en los dos años en los que lleva en funcionamiento. Los ahorros de costes potenciales han elevado la demanda de nuevos transbordadores totalmente eléctricos y la conversión de los transbordadores diésel existentes.
Unos meses después del anuncio de este resultado, el gobierno noruego contrató los servicios de la canadiense Corvus Energy para el suministro de las baterías de litio que se montarán en cinco nuevos barcos eléctricos fabricados por Fjord1, un importante operador de transporte marítimo noruego que dispone de 75 barcos en su flota, para lo que contará con la colaboración de la compañía de tecnología naval Havyard.
El pasado mayo, Noruega anunció su intención de declarar sus Fiordos la primera zona de cero emisiones en el mar. El Parlamento adoptó la medida en aras de proteger uno de los patrimonios naturales del país. A partir de ese momento comenzaran a operar estos primeros cinco ferrys eléctricos, a los que se sumarán otros tantos a partir del próximo año.