BASF, el mayor fabricante de productos químicos del mundo, ha decidido incrementar su inversión en el desarrollo de materiales para baterías de vehículos eléctricos. Una de sus principales estrategias es expandir sus esfuerzos en Europa, que está emergiendo como la próxima región de alto crecimiento para las baterías, dijo Ken Lane, presidente de la división de catalizadores de BASF.
"Somos el mayor proveedor de productos químicos para la industria automotriz, y estamos viendo una gran oportunidad de crecimiento en Europa", dijo Lane a Automotive News Europe. "Asia ha sido el sector más importante hasta ahora, y seguirá creciendo, pero Europa también crecerá muy rápido en la próxima década".
La compañía planea construir una fábrica de 400 millones de euros en Europa para fabricar cátodos –un importante componente que afecta en gran medida al rendimiento de la batería– a partir de una mezcla de elementos que determinan la resistencia y la duración de la batería. De esta manera buscan aumentar la producción de cátodos para satisfacer la demanda a un costo razonable.
Las empresas de tecnología de materiales están realizando una gran inversión enfocada en las baterías de vehículos eléctricos: la firma británica Johnson Matthey está invirtiendo 270 millones de dólares (220 millones de euros) y la belga Umicore ha desembolsado 350 millones de dólares (286 millones de euros) en sus operaciones en Corea del Sur.
Tanto los proveedores como los fabricantes de automóviles están perfeccionando los planes para cumplir con las estrictas regulaciones de emisiones en Europa que han desencadenado un gasto récord para desarrollar los coches eléctricos, un sector que crece como la espuma.
Se espera que las ventas mundiales de vehículos a batería, tanto híbridos enchufables como totalmente eléctricos, lleguen a 8 millones de unidades en 2025, frente a aproximadamente 1 millón en 2017, según el analista de Liberum, Adam Collins.
BASF tiene centros de investigación en Alemania, Estados Unidos, Japón y China enfocados en los cátodos ricos en níquel, apostando a que este tipo de química triunfará a largo plazo. "Uno de los beneficios que tiene BASF es que podemos comprometernos con este tipo de inversiones de alto riesgo", aseguró Lane. "Estamos pensando en los próximos 50 años, no en los próximos 5".