Cuando hablamos de baterías y de soluciones innovadoras para ellas, Tesla suele ser el fabricante que se lleva la palma. Los californianos llevan una importante ventaja al resto de la industria en sistemas de propulsión eléctrica y sus baterías son responsables de una parte importante de esta superioridad. Sin embargo, en el panorama actual hay otro fabricante que también está haciendo las cosas muy bien y que ha creado mucha expectación con su tecnología.
Este fabricante no es otro que el también californiano Lucid Motors, que nació en 2007 inicialmente bajo el nombre de Atieva. Desde el principio, se especializó en el desarrollo de sistemas de baterías, hasta que finalmente se diversificó para crear sus propios coches eléctricos. El Lucid Air puede presumir de contar con las últimas novedades en términos de tecnología, rendimiento y eficiencia. Ofrece una amplia autonomía y un interior lujoso y está diseñado para competir con otros vehículos eléctricos prémium del mercado.
Por eso, el equipo de Sandy Munro ha procedido al desmontaje de uno de sus vehículos, incluido el corazón de su sistema eléctrico: la batería. El objetivo de esta ingeniería inversa es revelar los secretos que hacen del Air uno de los coches más eficientes y con más autonomía del mercado.
Los ingenieros de Munro & Associates llevaron a cabo un desmontaje íntegro, hasta el nivel de las celdas, para comprender cómo se diseñan las baterías Lucid Air capaces de lograr una homologación EPA que puede estar entre los 600 y los 800 km de autonomía, según la variante escogida.
En la parte inferior de la oferta del Lucid Air, Air Pure y Air Touring, la batería está formada por 18 módulos, mientras que en el más alto de la gama, el Air Grand Touring, cuenta con 22. Estos cuatro módulos extra se colocan debajo del piso, en la parte trasera, lo que ayuda a liberar espacio bajo los pies de los ocupantes de la fila posterior de asientos para que puedan viajar con más comodidad.
Con esta configuración, los modelos inferiores cuentan con una batería de 92 kWh de capacidad, mientras que el superior alcanza los 112 kWh. El desmontaje realizado se corresponde con la batería más grande. Su interior revela lo avanzada que está la tecnología del fabricante, que nada tiene que envidiar a la de Tesla.
Un viaje al interior de la batería del Lucid Air
Los módulos están montados sobre un piso compuesto de fibra de vidrio epoxi, un material que proporciona un gran aislamiento térmico y resistencia a la corrosión. Además, para rigidizar la estructura, el piso es de fundición de aluminio mecanizado en la parte delantera, trasera y en los laterales. Otra fundición de aluminio divide la batería en dos secciones desde la parte central.
Cada módulo está dividido en 10 partes, con 30 celdas cilíndricas en cada una de ellas, lo que arroja un total de 300 celdas por módulo. Según estas cifras, la batería del Lucid Air Grand Touring está formada por 6.600 celdas.
Para mantener todo el paquete de baterías unido, las tapas emplean tres láminas de un compuesto de moldeo (SMC), un material comprimido de alta resistencia. La unidad también se refuerza con adhesivos estructurales que han dificultado a los ingenieros desmontar la batería.
El sistema de gestión de la batería (BMS) está formado por un conjunto de placa de circuito impreso (PCBA), que, según los ingenieros, es el más grande de cuantos han visto. Así, la batería del Lucid Air no tiene uno sino dos cerebros materializados en dos placas de circuito BMS con un tamaño inusualmente grande. En comparación, una PCBA de Tesla era mucho más pequeña.
Sin embargo, no todo son ventajas en la batería del Air. Su mayor inconveniente es el tamaño de una de las barras colectoras, una barra de metal sólido que transporta corriente entre los módulos. Debido a la fundición de aluminio que separa la batería en dos partes, Lucid ha tenido que usar una barra colectora central más grande, lo que puede aumentar los costes y ocupar más espacio. En este caso, las barras colectoras más pequeñas en forma de U son más prácticas, aseguran los ingenieros.
Otro escollo que presenta esta batería es que ciertas partes son más difíciles de desmontar que las de Tesla o de Rivian, lo que aumenta los costes de reparación en caso de avería. Sin embargo, en general, los ingenieros aseguran que en el trabajo final de Lucid está presente la filosofía de la marca que es hacer todo "lo más condensado y compacto posible".