La falta de suministros y el aumento sistemático del precio del litio supondrá un importante incremento en el precio final de las baterías para coches eléctricos. Así lo ha confirmado James Oh, vicepresidente ejecutivo de SNE Research, en una reciente entrevista a Bloomberg News. Según sus propias estimaciones estaríamos hablando de una subida en el coste de adquisición por parte de los fabricantes de automóviles de entre un 30 y un 40 por ciento, algo que repercutirá de forma paralela en unos precios al alza de sus vehículos eléctricos.
Podemos recordar que, hasta hace apenas un año, todas las predicciones apuntaban hacia un menor coste de compra de baterías por parte de fabricantes; este coste iría menguando con el paso de los años hasta hacer que el precio de venta de coches eléctricos llegara a mínimos históricos para mediados o finales de esta década, algo que repercutiría directamente en una mayor acogida de este tipo de nueva movilidad en detrimento de los motores de combustión térmica.
Sin embargo, estos planes se han tornado negativos con el paso de los meses y el importante aumento en el coste de fabricación de estos componentes. El propio James Oh admite que tuvo una reunión reciente con algunos fabricantes de celdas de baterías afincados en Corea, algo que llevó directamente a ajustar la perspectiva de los precios de las mismas, los cuales esperan que aumenten hasta en un 40 por ciento para el año 2024 o 2025 para las que hacen un mayor empleo del litio, níquel, cobalto y manganeso, los materiales que más han incrementado sus costes de adquisición.
Esto podría suponer un problema en el medio plazo para los fabricantes de coches eléctricos, quienes, como ya hemos mencionado, esperaban poder aplanar la gráfica del precio de venta de sus vehículos con el paso de los años y la disminución del precio de las tecnologías, sin embargo, dichos planes de avance en la industria deberán esperar al nuevo ciclo que parece tomar el mercado. Recordemos que las baterías, por lo general, representan entre el 30 y el 40 por ciento del precio total de un coche eléctrico, lo que, por ende, estos aumentos de precio supondrían un importante incremento en el coste de adquisición del vehículo por parte de un interesado.
Hasta hace apenas unos meses, un paquete de baterías de iones de litio para un coche eléctrico situaba su precio entre 147 y 153 dólares por kWh, según afirma el directivo de SNE Research, un coste que se verá incrementado en los próximos años de forma notable. Este aumento también afectará a las baterías de estado sólido que emplean electrolito de sulfuro, ya que estas son bastante caras de fabricar frente a otros tipos de baterías de estado sólido, pues precisan del uso de mucho litio. Estas podrían duplicar su precio de venta con respecto al año pasado.
Fabricantes como el Grupo Volkswagen ya han establecido conversaciones con su socio SK Innovation para intentar contrarrestar este aumento de precios de alguna forma, ya sea variando químicas o el empaquetado de las propias baterías. Queda claro que los próximos años serán difíciles para el mercado eléctrico, al menos hasta que estos vaivenes económicos se estabilicen, algo que podría tardar aún en llegar.